Por OSIRIS MÉNDEZ CRUZ
La primera defensa del cetro pluma del Consejo Mundial de Boxeo que ostenta el dominicano Elio Rojas resultó exitosa al vencer por una clara decisión unánime al mexicano Gustavo ‘Guty’ Espadas Jr., y ahora su objetivo consiste en demostrar que es el número uno en las 126 libras, por lo que ansía enfrentar a los peces gordos de la división, como el puertorriqueño Juanma López o el cubano Yuriorkis Gamboa, monarcas de la OMB y AMB, de forma respectiva.
Incluso, no descarta medirse al ganador entre Rafael Márquez o Israel ‘Magnífico’ Vázquez, a quienes considera dos grandes guerreros mexicanos.
«No me gustaría afirmar que soy el mejor del mundo en la división, tendría que demostrarlo antes. Vaya que es una división muy brava con grandes peleadores, me gustaría pelear con los campeones y creo que Juanma sería un excelente rival… qué mejor si la pelea es en Nueva York, donde hay una gran cantidad de boricuas y dominicanos que estarán a la expectativa de la pelea”, manifestó ayer por la tarde en la comodidad de su habitación del hotel sede en la capital yucateca después de darse el gusto de conocer la Blanca Mérida.
«También en la lista aparece el nombre de Gamboa, pero él ya tiene compromiso. A Vázquez y Márquez los considero grandes peleadores, a ellos también me gustaría enfrentarlos y se podría dar porque quieren ser campeones del CMB, así es que tendrán que vérselas conmigo para lograr su objetivo y sería un lujo para mí combatir con ellos.
De hecho estaré al pendiente de la cuarta pelea entre los dos, las tres primeras han sido explosivas y la cuarta la imagino igual de fragorosa», expresó el dominicano, pero radicado en Brooklyn, Nueva York, sede que eligió por el gran amor que le tiene a los Mulos de Manhattan, equipo de la Gran Carpa al que le va desde niño.
Al tocar el tema de la pelota caliente, el isleño confesó que eligió el deporte de los puños gracias a su padre, quien falleció en 1998 a causa de un paro cardiaco.
«De pequeño no me gustaba el boxeo, yo amaba el béisbol, pero mi padre no quería que fuera profesional porque consideraba que no tenía el físico para triunfar, algo chaparrito y delgadito y no veía en mi muchas cualidades».
«Empecé a tomar en serio el boxeo a partir de la muerte de mi padre. Él fue boxeador, además de otros familiares, y siempre quiso que yo fuera boxeador. Imagínate ahora como campeón del mundo debe sentir un enorme orgullo y cada pelea va dedicada para él y para Dios», externó.
Hoy por la mañana viajó con destino a su país para estar al lado de su madre y descansar unos días en San Francisco de Macorís; después volverá a la Gran Manzana y empezará con sus entrenamientos de cara a su siguiente pelea, ya sea su segunda defensa, o bien una pelea unificatoria.