ANDRÉS GUTIÉRREZ GANA ÉPICA BATALLA A MARIO MACÍAS EN QUERÉTARO
Una auténtica batalla en la jungla sostuvieron Andrés Gutiérrez y Mario Macías, la noche de este sábado en el auditorio “Gral. Arteaga” de Querétaro, donde cientos de aficionados fueron testigos de una extraordinaria pelea. Andrés Gutiérrez ganó decisión unánime con márgenes de 116-111, 117-110 y 118-109 esta noche en Querétaro, Querétaro.
Gutiérrez, quien por primera ocasión en su carrera visitó la lona, tuvo la fortaleza y el temple para salir adelante en el tercer round para acabar por masacrar a Macías que en el último round estuvo a punto de desfallecer.
De esta manera “Jaguar” Gutiérrez conservó el campeonato mundial palta WBC peso supergallo sobre “Huracán” Macías, un experimentado rival que puso a prueba a este joven queretano que sigue escalando peldaños.
La educada mano izquierda del campeón se estrelló permanente en el rostro de su retador que acabó con el rostro muy maltratado, además de sangrar de boca y nariz, lo que hubiera hecho claudicar a cualquier otro.
En el fragor de la contienda Macías sorprendió con oper derecho a Gutiérrez que se desplomó sobre el ring ante el asombro de los queretanos que guardaron un silencio sepulcral.
El ídolo de estas tierras se puso de pie, y visiblemente mareado supo contener la furia de su retador, sin amarrar, que intentaba rematarlo con golpes volados para llevarse a su casa el cinturón mundial plata WBC
Con el apoyo de su público “El Jaguar” sacó la casta sometiendo con golpes a la cabeza de tal manera que hasta el round 4 dos jueces lo tenían arriba en las tarjetas por un punto, y el otro, empatada.
La batalla fue creciendo en emociones con Gutiérrez aterrizando sus puños en la distancia media y Macías prácticamente abanicando sus ganchos.
Round tras round los aficionados arengaban a su coterráneo que no les falló a pesar de que su rival se negó a caer en el duodécimo episodio en que recibió una lluvia de cuero que asimiló increíblemente.
La gente ovacionó largamente a estos gladiadores que dejaron todo en el cuadrilátero brindándoles un reconocimiento a su esfuerzo.