A LUCIR


«JÍBARO JR.», SERÁ ATRACCIÓN ESPECIAL DE «ARDE ROSARITO»

Raúl Ruiz Quirarte pretende continuar con su marcha perfecta en el boxeo de paga, cuando se mida este 21 de julio a cuatro rounds con el mochitense José «Retro» López, durante el magno evento que presentarán Baja Boxing y Promociones del Pueblo, en el municipio de Playas de Rosarito, a beneficio del DIF de la localidad.
Quirarte (5-0, 5 nocauts), vástago de una de las máximas glorias del pugilismo de Baja California, Raúl «Jíbaro» Pérez, y nieto del experimentado manejador jalisciense Rómulo Quirarte, conductor de su destino en el gimnasio y desde su esquina, será una de las atracciones especiales de la función denominada «Arde Rosarito», que será transmitida a toda la República Mexicana por Cadena Tres. El «Jíbaro» Jr. buscará en la misma función que encabezará su compañero de gimnasio Antonio «Cañas» Lozada frente al sinaloense Carlos «Changoleón» Ureas, seguir sumando adeptos y mantener el porcentaje del cien por ciento de nocauts.
«Me están llevando la carrera poco a poco. Ya llevamos cinco triunfos y afortunadamente no he perdido. El sábado buscaré un triunfo más en Rosarito. Espero terminar 2012 invicto y, si se puede, con más nocauts en mi récord», indicó la promesa fronteriza.
Son los pasos iniciales del welter fronterizo, que promete ser una figura, y hasta el momento los ha dado con humildad y la seguridad que le otorga su calidad. Raúl es un digno exponente en pañales de la escuela de su abuelo, quien además de buenos boxeadores suele inculcarles a sus pupilos aspectos importantes de la vida.
«Espero demostrar todo lo que he aprendido en el gimnasio con mi abuelo. Para mí es un orgullo que Rómulo Quirarte sea mi abuelo a y a la vez mi manager. Él siempre me ha dicho que es más importante terminar una carrera universitaria que hacer una carrera en el box, por eso le hemos dado prioridad a mis estudios hasta el momento.
«Lo más importante es demostrarme a mí mismo que estoy aprendiendo todo lo que me han enseñado en el gimnasio mi abuelo y mis tíos. Ellos me dicen que el boxeo es muy difícil y que debo tener siempre los pies sobre la tierra», confió.
Con el tiempo y el cobijo de su gente, el «Jíbaro» Jr. puede hacer valer todo el trabajo del gimnasio y la información que trae en los genes. Por lo pronto, habrá que tenerle paciencia y seguir de cerca su evolución.
«A algunos aficionados les gusta compararme con mi papá; quieren que sea como él, pero yo apenas estoy empezando. No siento presión, sólo subo al ring a hacer lo que he aprendido en el gimnasio y lo que me dicen en la esquina. La comparación con mi padre es algo que puede motivarme y ayudarme a salir adelante. Ojalá pueda lograr la mitad de lo que él hizo en el boxeo», puntualizó.
TEXTO Y FOTO: BAJA BOXING


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