Frank Warren hablará en privado con Joe Joyce sobre su futuro

Por Tom Ivers
Frank Warren tendrá una conversación privada con el peso pesado Joe Joyce sobre su futuro en el deporte.
Joyce, de 39 años, volvió a ser derrotado el sábado, esta vez por decisión unánime ante Filip Hrgovic en el Co-op Live de Manchester. Hrgovic, quien sustituyó a Dillian Whyte en el último momento, logró conectarle golpes fuertes repetidamente. Como era habitual, Joyce supo absorber el castigo.
Esta fue la cuarta derrota de Joyce en sus últimas cinco peleas, con dos derrotas por detención ante el contundente Zhilei Zhang en 2023, una victoria por nocaut en el décimo asalto sobre Kash Ali en marzo de 2024 y una derrota por decisión unánime ante Derek Chisora destrozado por la guerra en julio pasado.
Muchos pedían que Joyce colgara los guantes tras perder contra Chisora, que entonces tenía 40 años, pero Joyce decidió arriesgarse de nuevo. La contienda del sábado representó un reto difícil, incluso con la llegada de Hrgovic con poca antelación, y Joyce volvió a fallar.
Joyce vuelve a oír peticiones de retiro tras otra exhibición de golpes potentes con la cara. Joyce respondió que aún no necesita retirarse.
Pero Warren, cuya empresa Queensberry Promotions representa a Joyce, admitió que podría ser el final.
«Creo que debería reunirse con su familia, su mánager y su entrenador, y tiene que ver la pelea de regreso y luego, obviamente, tomar su decisión», declaró Warren a BoxingScene. «Hablaré con él también, pero no quiero hablar de eso públicamente. Lo que tenga que decirle, se lo diré en privado».
Tiene 39 años. No es más joven. Ha sufrido algunas derrotas en sus últimas peleas. Es un tipo duro. Lo da todo. No hay que buscarlo. Está frente a ti. Fue una pelea reñida, en mi opinión, la del sábado. No me quejo del resultado, pero fue una pelea reñida. Y hubo momentos en la pelea en los que estuvo bien, pero la división de peso pesado es dura.
Es duro, y cada pelea que tenga, si sigue así, cada pelea que tenga, será una pelea difícil. Y van a ser kilómetros en el reloj. No hay duda, pero es demasiado pronto para decir nada. Y lo más importante, lo que tengo que decir, es mejor que se lo diga cara a cara.