Por JUAN GUTIÉRREZ JR.
La vida del Rodel Mayol, tan estuvo en grave peligro, después de ese izquierdazo que le dio Omar Niño, que tuvo que se llevado de emergencia al «Golden», un lujoso «table dance» de Guadalajara donde recibió los «primeros» auxilios. Mayol engañó a los que se dejaron engañar o simplemente había dados cargados.
Era evidente que el golpe bajo que le dio Omar Niño no era de gran poderío, pues el asiático siguió de pie, cuando la mayoría de los peleadores que reciben un fuerte impacto en esa zona, se doblan inmediatamente y se caen a la lona, el filipino estaba bien.
Vic Drakulich, el réferi, tuvo que hacer el trabajo sucio, pensando, seguramente en el poder que ha alcanzado Manny Pacquiao, no sólo en sus peleas sino fuera del cuadrilátero, pues es el padrino de Mayol y a quien no hay que hacer enojar, pues puede tomar represalias.
Pese a que Niño lo conecta en la barbilla, nunca estuvo en malas condiciones, aunque salió en camilla, pero en cuanto dieron el veredicto de empate técnico, que se sacaron de la manga, el filipino se recuperó como por arte de magia, no obstante que argumentaba que le dolía mucho la cabeza y entró nuevamente a la arena para saludar a la gente, estaba feliz, seguramente pensado «se las volví hacer… ja ja ja ja».
Fue claro que estando tendido en la lona, el filipino recibió indicaciones de un miembro de su esquina para quedarse recostado, mientras que el inútil del réferi Vic Drakulich no sabía si aplicarle la cuenta de protección o auxiliarlo.
La doctora Nadia Medina Becerril, titular del Servicio Médico de la Comisión de Boxeo de Guadalajara, diagnosticó, tras examinar al filipino, que neurológicamente estaba en buenas condiciones.
Sin embargo los paramédicos lo bajaron del ring en camilla, lo cual es una práctica de rutina, para subirlo en una ambulancia que se encontraba adentro del Coliseo de la Universidad de Guadalajara, donde el púgil filipino bajo por su propio pie porque dijo que se sentía bien.
Por exigencia de su entrenador Jesús Arévalo (chicano regordete y de tez morena) lo treparon de nuevo a la ambulancia para conducirlo al Hospital Militar. Allí le hicieron una valoración rápida, confirmándose que no tenía absolutamente nada.
Y por ahí de las 2:15 de la madrugada del domingo salió del Hotel Carlton con tres miembros de su equipo, abordaron un taxi que los llevó al «Solid Golden» (exclusivo «table dance»), donde aparentemente festejaron su farsa.
Eran las 4:20 de la madruga del domingo cuándo regresó muy contento el filipino en estado de ebriedad -según un taxista que lo detectó cuando abordaba otro auto de alquiler- y lo llevaron al Hotel Carlton, donde se dio el lujo de regalar dólares al personal del hotel.
Seguramente Mayol y se equipo se han de haber meado de la risa por el engaño que hizo con el respaldo de Drakulich del que no se sabe si es un incapaz o sencillamente le «encargaron» al Mayol, por aquello de que Pacquiao no se vaya a molestar.
Rodel Mayol de nuevo vino a México a engañarnos, solapado por la actitud del réferi Vic Drakulich, y lógicamente, su equipo formado por gente deshonesta.
Y es que mientras a Edgar Sosa lo obligaron a seguir con triple fractura en el pómulo izquierdo, el año pasado en Chiapas, ante Mayol para perder la corona minimosca del Consejo Mundial de Boxeo, a éste, en Guadalajara, subió «superblindado» y seguramente así va hacer hasta que llegue alguien y lo noquee, pues por puntos, de una vez hay que decirlo, nadie le va a ganar.