ES LOCAL, PERO…

Terence Crawford acepta los abucheos al llegar la semana de la pelea de Canelo

Por Lance Pugmire

LAS VEGAS – No solo habrá una importante división de peso que Terence Crawford deberá superar en el indiscutible enfrentamiento de peso súper mediano del sábado por la noche contra su compañero campeón de cuatro divisiones, Canelo Álvarez.

A juzgar por la recepción en la gran llegada del martes, también tendrá el peso de enfrentarse a una desventaja considerable en cuanto a seguidores.

En el típico estilo de Crawford, se le preguntó qué significaba para él la propensión a los abucheos que lo recibieron dentro del Fontainebleau.

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“Está bien”, respondió, y luego explicó: “No vengo a Las Vegas a divertirme”.

Crawford, de 37 años, estaba hecho para esto.

De naturaleza intratable, nunca ha tenido problemas en aprovechar cualquier desaire percibido que lo impulse hacia la victoria y la lluvia de abucheos del martes sin duda lo motivará.

Quizás nadie conoce al boxeador de Nebraska mejor que su entrenador del año 2023, Brian “BoMac” McIntyre, quien absorbió la escena y la evaluó de esta manera:

«Tengo mucha confianza. Confío en que lograremos el objetivo», declaró McIntyre a BoxingScene.

Fue McIntyre hace dos años quien contó una historia legendaria sobre Crawford 41-0 (31 KOs) deteniendo una sesión de entrenamiento para declarar apasionadamente que iba a «joder» al entonces campeón de tres divisiones Errol Spence Jr., una promesa que cumplió y más aún al enviar efectivamente al tejano al retiro.

Ahora, después de 13 meses de descanso desde que ganó el cinturón de las 154 libras de la AMB contra Israil Madrimov para aumentar su masa muscular y preparar su cuerpo para la prueba definitiva del mexicano Álvarez 63-2-2 (39 KOs) en una pelea que será transmitida por Netflix desde la casa de los Raiders de Las Vegas, el Allegiant Stadium, se siente inspirado para arruinar la fiesta del fin de semana de la Independencia de México de Álvarez.

«Lo siento más porque Canelo tiene más influencia que Spence, así que estoy listo para celebrar nuestra gran victoria», dijo McIntyre.

Álvarez hizo todo lo que pudo para infundir a las masas palabras que impulsarían su apoyo hasta el sábado, calificándola como la pelea más grande en la que ha participado, rugiendo, «¡Viva México!» y expresando su interés en producir otro triunfo del fin de semana festivo.

Su capacidad para hacer valer su ventaja de tamaño será observada de cerca junto con su interés en boxear de manera más efectiva que en su mediocre actuación en mayo en Arabia Saudita contra William Scull.

«Vamos a ver qué aporta [Álvarez]. Sabemos lo que queremos hacer. Veremos qué hace y lo retrasaremos», dijo McIntyre.

Como McIntyre sabe, su luchador campeón del mundo lleva dentro de sí un chip que lo ha diferenciado de todos los demás que ha conocido dentro del ring.

«Definitivamente tiene ese instinto canino dentro», dijo McIntyre. «No es algo que se le haya enseñado.

“Nacemos con eso”.


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