El juez de boxeo Tom Schreck: Cómo la percepción y el sesgo moldearon la trilogía Muhammad Ali-Ken Norton

Por Tom Schreck
Muhammad Ali y Ken Norton pelearon tres veces en la década de 1970. El récord muestra que Ali ganó dos de tres, pero si le hubieras preguntado a la mayoría de los observadores del ring, e incluso al propio Ali, Norton podría haber merecido barrer la serie.
¿Y entonces cómo fue que las decisiones fueron en sentido contrario?
Como juez de boxeo y estudioso de la percepción, creo que la respuesta no solo reside en los golpes lanzados, sino en cómo el cerebro humano procesa lo que ve. Lo que sigue no es conspiración, sino cognición. Así es como los principios psicológicos probablemente influyeron en la puntuación de los jueces en estas peleas.
DETALLES
Sesgo de confirmación: ver lo que esperas
Ali era una leyenda. Sus peleas con Liston fueron icónicas, y el dominio que demostró contra Patterson, Williams y Terrell fue una maravilla boxística. El sesgo de confirmación —la tendencia a ver lo que se espera ver— puede ser muy fuerte cuando se observa a alguien con un legado tan grande.
Puede que los jueces llegaran creyendo que Ali iba a ganar. Ali era ingenioso, y sin duda atraía la atención. Norton era duro y fuerte, pero no era la poesía en movimiento que era Ali.
La mente tiende a registrar lo que anticipa. En asaltos cerrados, ese sesgo podría haber compensado las deficiencias a favor de Ali.
Percepción de arriba hacia abajo: la reputación por encima de la realidad
Cuando un peleador tiene el aura de Ali, esto afecta nuestra interpretación de lo que sucede en el ring. Una ráfaga de golpes al final del asalto o un movimiento de cabeza ágil pueden parecer dominio, incluso cuando los números muestran otra cosa.
En su segunda pelea, las estadísticas de golpes no oficiales compiladas a partir de un estudio de cintas mostraron:
Ken Norton conectó aproximadamente 199 golpes, incluidos 114 jabs y 85 golpes de potencia.
Ali conectó alrededor de 160 golpes, con 94 jabs y 66 golpes de potencia.
Aun así, Ali ganó por decisión dividida. Incluso Ali admitió después que creía que Norton se lo merecía.
¿Será que los jueces se dejaron llevar por el aura de Ali? Casi todo el mundo lo estaba. ¿Por qué habrían sido diferentes los jueces?
El efecto halo: cuando la grandeza brilla
El efecto halo nos hace ver a las personas que admiramos con una perspectiva halagadora. El carisma y el legado de Ali podrían haber influido en que los jueces sobrevaloraran sus momentos destacados y subestimaran el trabajo técnico y constante de Norton.
Es difícil exagerar la influencia que tuvo Ali, y la aprovechó al máximo. Los jueces eran humanos y su tarea era evaluar a un hombre que se había vuelto más grande que la vida.
Efecto de actualidad: Lo último que ves
Ali era un maestro en cerrar el espectáculo, arrasando en los últimos 30 segundos de cada asalto, encendiendo al público y creando un recuerdo imborrable. Ese es el efecto de la actualidad: tendemos a recordar y a dar más importancia a lo que ocurre al final.
Pero un final espectacular no siempre compensa la desventaja de ser superado durante la mayor parte del asalto. Ali sabía cómo manipular el sistema de puntuación y sabía exactamente qué mostrarles a los jueces.
Los números en la tercera pelea
La decisión más controvertida llegó en su pelea final en el Yankee Stadium en 1976. Según las estadísticas de golpes retrospectivas del analista de boxeo Lee Groves y otros que revisaron la película:
Norton: 286 golpes acertados, 42% de precisión
Ali: 199 golpes conectados, 29% de precisión
Norton superó a Ali en 10 de los 15 asaltos. Aun así, los tres jueces le dieron la pelea. Incluso Ali dijo después: «Sinceramente, creo que me ganó».
Norton conectó casi 100 golpes más. Pero con la mirada puesta en El Más Grande, quizá los jueces simplemente no lo vieron, casi como no ver al gorila del famoso video de atención selectiva.
Influencia social: El rugido de la multitud
El contexto importa. Cuando 30,000 aficionados en el Yankee Stadium corean «¡Ali! ¡Ali!» cada vez que se encoge de hombros, se te mete en la cabeza. Incluso los jueces expertos pueden caer víctimas de la prueba social: la sutil atracción psicológica del público.
El público, al menos al principio, apoyaba a Ali. Su reacción a cada movimiento suyo podía influir fácilmente en la percepción de un juez, aunque fuera de forma inconsciente.
Y, sin embargo, al final de la noche, el público del Yankee Stadium abucheó la decisión.
El veredicto: Psicología en las tarjetas.
No se trata de corrupción, sino de cognición. El juicio humano es defectuoso, especialmente bajo presión y bajo el peso de las expectativas. Ali vs. Norton fue más que una trilogía. Fue un caso práctico de cómo la percepción y el sesgo pueden afectar los resultados. Puede que Ken Norton no haya recibido la nominación oficial en las peleas dos y tres. Pero si nos basamos en la película, las cifras e incluso en la propia admisión de Ali, probablemente debería haberla recibido. Y en el boxeo, esa es la clase de verdad que no siempre se refleja en la tarjeta de puntuación.