Jessie Magdaleno sobrevive a tiempos oscuros para lograr un tipo diferente de triunfo

Por Lucas Ketelle
SAN BERNARDINO, California – Jessie Magdaleno se emocionó tras su nocaut en el tercer asalto sobre Luis Coria aquí en el Pabellón Naranja el sábado. No solo celebraba la victoria, sino que también dejaba atrás la angustia que la precedió.
Magdaleno, con marca de 30-3 (19 KOs), cuya pelea fue la coestelar de la transmisión de ProBox TV, había luchado contra la depresión tras perder dos peleas profesionales. Perdió su título ante Isaac Dogboe en 2018 y, tras cuatro victorias, cayó ante Raymond Ford en abril de 2023. A esto le siguió una derrota por nocaut ante Brandon Figueroa, lo que marcó la primera racha de dos derrotas consecutivas en la carrera de Magdaleno.
“Esta victoria significa mucho”, declaró Magdaleno, de 33 años y originario de Henderson, Nevada, a BoxingScene. “Vengo de dos derrotas. Estoy superando un intento de suicidio que sufrí hace dos años. Esta victoria significa muchísimo para mí.
“Venir de dos derrotas me afectó mucho, sobre todo después de la era de Floyd Mayweather, donde los boxeadores querían proteger su invicto”, dijo Magdaleno. “Mi primera derrota fue cuando perdí el título mundial; después, perdí contra Raymond Ford. Fue muy difícil para mí, porque pensé que estaba acabado como boxeador y como persona”.
Eso lo llevó a un lugar oscuro.
“Mi esposa me sorprendió con el arma en la boca”, dijo Magdaleno. “Estaba listo para irme. Pensé cosas locas y nunca debí haber llegado a ese punto”.
Lenta pero seguramente, Magdaleno revirtió el rumbo de ese camino pedregoso que lo llevaba al borde del abismo. Han pasado casi 11 meses desde la derrota de Figueroa, y parece haber encontrado su equilibrio, especialmente después de los resultados del sábado.
Magdaleno conmocionó a Coria, 15-8 (7 KOs), en el primer asalto, lo dejó atónito en el segundo y lo derribó en el tercero. Coria, de 26 años y originario de Perris, California, vio cómo su esquina cancelaba la pelea mientras regresaba a ella tras el tercer asalto. Magdaleno, abrumado por la emoción, corrió a la esquina y pareció derramar una lágrima al hundir la cabeza en los guantes. Podría haber parecido una reacción exagerada o fuera de lugar dada la magnitud de la victoria, pero el triunfo tuvo un significado mucho mayor para Magdaleno de lo que la mayoría de los observadores podrían imaginar.
“Siempre cree en ti mismo. Siempre repítete que puedes lograrlo”, dijo Magdaleno después. “Confía en Dios y simplemente recuerda que puedes superarlo”.