PARA NO PERDER EL RITMO

Derek Chisora ​​planea regresar a Londres para su pelea número 50 y última

Por el personal de BoxingScene

Gravemente magullado y armado con hamburguesas para los medios reunidos, Derek Chisora ​​insistió anoche en que su victoria por puntos en 12 asaltos sobre Otto Wallin, en su 49ª pelea, fue su penúltima aparición como boxeador profesional.

Muchos dudan que un hombre tan arraigado en el boxeo británico y tan orgulloso de ser definido por su oficio sea realmente capaz de decir adiós después de su pelea número 50. Pero cuando se le hizo la pregunta obvia (si gana la pelea número 50, ¿se sentirá tentado a pelear la número 51?), pareció sincero en su refutación. «No, no, no», dijo. «Eso es todo».

Chisora, que es claramente emotivo y a veces divaga, parece decidido a dejar el cargo. “Creo que me estoy haciendo viejo”, dijo más de una vez.

Sin embargo, la idea de que anoche fue su última aparición en un ring británico parecería una falsedad, ya que indicó que Londres sería el escenario de su canto del cisne cuando habló de sus sentimientos al ingresar a la arena en Manchester.

“Fue muy emotivo para mí”, explicó Chisora. “Cuando salí del hotel me dije a mí mismo que no iba a llorar. Entonces estaba caminando [por el estadio] y vi fotos y fotografías de mis peleas y, Jesucristo, comencé a llorar. Fue muy emotivo y muy triste porque amo tanto este juego. Comencé a llorar, estaba llorando como un niño. Maldita sea”.

La pelea en sí fue, como era de esperar, agotadora. Chisora, que parece ponerse en modo automático cuando suena la campana, merece ser felicitado por ganar una pelea que muchos esperaban que perdiera, incluso logrando dos derribos en el camino.

“En el segundo asalto, me taponaron los oídos”, reflexionó. “No se lo dije a mis entrenadores. Fue una pelea difícil y creo que yo mismo la hice más difícil porque perdí la concentración en un par de asaltos. Luego se produjo el corte, fue un cabezazo y él siguió dándome cabezazos, lo cual está bien, no me quejé.

“A veces, en el boxeo, derribas a alguien. Luego sigues y sigues. Entonces tu tanque comienza a bajar y se agota. No te voy a mentir, me dejo caer y luego vuelvo a levantar, me dejo caer y luego vuelvo a levantar… Sabía que lo iba a derribar, pero no lo derribé por completo”.

¿Qué será lo próximo para él?

“Dejaré que el público decida. Dejaré que ustedes decidan. Necesito algo grande, en el Reino Unido, me lo he ganado. Quiero pelear con un boxeador, o tal vez con Jake Paul, quién sabe”.


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