El invicto mexicano David Cuéllar arribó al país del Sol Naciente para su gran reto en la tierra del Sol Naciente, y no llegó solo

El Becario RING TELMEX-TELCEL, David «El General» Cuéllar ya se encuentra en Japón, listo para afrontar el reto más grande de su carrera. Llegó con buen número de mexicanos.
Tras partir de Guadalajara el pasado miércoles 12 de febrero, hizo escala en la Ciudad de México antes de abordar el vuelo que lo llevó a Tokio, donde se enfrentará al Campeón local Junto Nakatani por el título de Peso Gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Con un récord invicto de 28 victorias, 18 por nocaut, Cuéllar, de 23 años, llega a esta pelea como una de las promesas más sólidas del boxeo mexicano.
Será su primera pelea fuera de México y su debut en la disputa por un campeonato mundial, lo que representa el desafío más importante de su trayectoria.
Por su parte, Junto Nakatani, de 26 años, ostenta un impresionante récord de 29 victorias, 22 de ellas por la vía rápida. El japonés defenderá su cetro mundial por tercera ocasión, consolidándose como uno de los monarcas más peligrosos de la actualidad.
Antes de su partida, Cuéllar expresó su emoción y determinación: «El sueño ya llegó, lo buscamos desde hace tiempo y vamos a representar a México con todas las ganas».
Ahora, instalado en Tokio, el mexicano se concentra en sus entrenamientos finales para llegar en las mejores condiciones al combate del próximo 24 de febrero en la Arena Ariake.
La contienda promete ser un choque de invictos que pondrá a prueba el carácter y la calidad de ambos pugilistas. En juego está no sólo el título mundial, sino la posibilidad de que «El General» Cuéllar inscriba su nombre en la historia del boxeo mexicano.
A su llegada a Tokio, pese a un pequeño imprevisto, pues no llegaron las maletas del retador y aspirante al título, Cuéllar fue recibido por varios periodistas nipones que esperaron sus primeras declaraciones.
La contienda promete ser un choque de invictos que pondrá a prueba el carácter y la calidad de ambos pugilistas. En juego está no solo el título mundial, sino la posibilidad de que «El General» Cuéllar inscriba su nombre en la historia del boxeo mexicano.