Ángelo Leo sorprende a Luis Alberto López en pelea casera por el nocaut del año. El mexicano, algún día, tenía que pagar lo “sobrado” de su boxeo.
Por Lucas Ketelle
Ángelo Leo se convirtió en campeón de dos divisiones el sábado con un espectacular nocaut en el décimo asalto sobre el campeón de peso pluma de la FIB Luis Alberto López en el Tingley Coliseum en Albuquerque, Nuevo México. “¿Dónde estamos?”, preguntaba el mexicano al volver en sí.
Leo, que peleaba en su ciudad natal de Albuquerque, conectó un gancho de izquierda espectacular que contrarrestó un jab flojo de López, derribando al campeón a la lona. López fue contado fuera a los 1:16 del round mientras Leo sonreía, sabiendo que había sellado la victoria.
Leo (25-1, 12 KOs) marcó el tono desde el principio, superando a López (30-3, 17 KOs) por 13-10 en el primer asalto, impulsado por la pasión de la multitud local. Leo, de 30 años, siguió apuntando al cuerpo en el segundo asalto, conectando un derechazo que hizo retroceder a López, de 30 años, quien respondió con una sonrisa, pero no pudo devolver el golpe ya que Leo lo venció constantemente.
En el tercer round, el movimiento lateral y el trabajo corporal de Leo mantuvieron a López, de Mexicali, México, fuera de equilibrio, aunque el ojo derecho de Leo comenzó a mostrar signos de hematomas. En el cuarto round, Leo hizo retroceder a López, quien tuvo dificultades para encontrar su alcance mientras los golpes precisos de Leo tomaban el control. A pesar de los intentos de López de recuperarse en el quinto round, conectando algunos uppercuts efectivos, la mano derecha de Leo siguió encontrando su objetivo, manteniendo a López a raya.
A medida que avanzaba la pelea, el volumen de golpes de Leo disminuyó ligeramente, pero su precisión se mantuvo nítida. López parecía estar esperando un momento para cambiar el rumbo, pero el momento nunca llegó. La agresividad efectiva de Leo y su técnica superior frustraron a López, quien miró al árbitro después de una secuencia de golpes en el sexto asalto, aparentemente buscando un quiebre que no llegó.
En el noveno asalto, Leo tenía un corte sobre el ojo derecho lastimado, pero López no tenía la potencia ni la eficacia habituales. Leo, que estaba teniendo la mejor noche de su carrera, siguió superando a López en el interior, haciendo que el campeón luciera inusualmente rudo.
El final dramático llegó en el décimo asalto, cuando Leo asestó un gancho de izquierda en el momento perfecto que seguramente será recordado como un momento decisivo en su carrera. Con la victoria por nocaut, Leo no solo se adjudicó un segundo título, sino que también realizó una actuación que se repetirá en los años venideros, cumpliendo el sueño de todo boxeador de ganar un campeonato frente al público de su ciudad natal.
BRUTAL KO