Liam Smith está decidido a demostrarle a la gente que no está «acabado»
Por John Evans
Liam Smith quiere usar a Josh Kelly como un trampolín hacia otra oportunidad de obtener un título mundial, pero el ex campeón superwelter de la WBO es consciente de que luchará por su reputación cuando se enfrente al hombre de Sunderland en el estadio de Wembley el 21 de septiembre.
Aunque Smith cree que todavía tiene mucho que ofrecer, el boxeador de 36 años también es realista. Sabe que necesita demostrar que es un peleador mucho más peligroso que la figura irreconociblemente mansa que se presentó a su revancha con Chris Eubank Jr. en noviembre pasado.
En enero pasado, un inspirado Smith, con marca de 33-4-1 (20 KOs), atacó a Eubank, noqueándolo en cuatro asaltos. Sin embargo, después de sufrir una lesión en la espalda durante la preparación para la revancha, tuvo problemas para alcanzar el límite de peso de 160 libras y lució como una sombra de lo que era cuando fue noqueado en el décimo asalto.
Justa o injustamente, a pesar de la larga y emocionante carrera de Smith, esa es la última imagen que los fanáticos del boxeo tienen del liverpooliano.
Teniendo en cuenta el trabajo de Smith, su actuación de esa noche puede ser considerada una aberración, pero Smith ha estado en el boxeo el tiempo suficiente como para saber que los fanáticos no quieren escuchar excusas ni explicaciones. Quieren ver pruebas contundentes.
Vencer a Kelly, que está en buena forma y tiene un récord de 15-1-1 (8 KOs), sin duda sería de gran ayuda.
“El objetivo de esta actuación es que la gente vuelva a pensar: ‘No, todavía no ha terminado’”, le dijo a Queensberry.
“Ya fuera Josh Kelly o cualquier otro. La motivación de mi siguiente pelea después de la revancha con Eubank era demostrarle a la gente que no estoy acabado”.
Teniendo en cuenta que Smith sigue siendo uno de los peleadores más destacados y respetados del boxeo británico, es revelador recordar que no ha tenido una versión completa de un título mundial desde que Saúl ‘Canelo’ Álvarez le arrebató su cinturón de peso superwelter de la OMB en 2016. Tampoco ha boxeado por un título mundial desde que Jaime Munguía lo venció en 2018.
Smith se enfrentó a los mejores en la categoría de 154 libras y ha tenido buena compañía en la categoría de 160 libras, pero insiste en que no quiere retirarse hasta tener una oportunidad más ante uno de los pesos pesados más destacados del peso mediano.
“Definitivamente. Esa fue siempre mi ambición”, dijo. “He sido campeón mundial y he ganado el dinero que he ganado, pero sigo en el boxeo. Podría retirarme feliz, pero quiero ser dos veces campeón mundial en dos categorías”.