SE IMPUSO EN 5 ASALTOS SOBRE EL “PERITA” ESCOBEDO, PERO LE METIERON LAS MANOS
Aunque se impuso con un fulminante gancho al hígado, Omar “Pollo” Aguilar, prendió las alarmas, luego de que el jalisciense, Jonathan “Perita” Escobedo, quien hizo ver su suerte en los cinco rounds que duró la pelea estelar, que se presentó la noche de este sábado en el Centro de Convenciones de Mérida, Yucatán, que registró una buena entrada.
La batalla que fue pactada a diez giros en peso superwelter, el “Perita” Escobedo sorprendió a todos, pues desde que tocó la campana realizó una pelea suicida al lanzarse con todo sobre Aguilar, sin achicarse.
Pese a su mayor estatura y alcance, el “Pollo” recibió demasiado castigo de un rival más bajo y con algunos kilos demás, al que se esperaba que acabara en dos o tres rounds, pero se le indigestó y sudó la gota gorda para sacar el triunfo.
El “Perita” Escobedo quedó bien con el público, pues vino a esta pelea a dar el todo por el todo, sin escatimar esfuerzos, lo que hizo emocionar al público. Durante los rounds que duró la pelea, el peleador de Jalisco le metió el oper de derecha con éxito varias veces, con golpeo arriba y abajo.
Daba la impresión que el “Pollo” Aguilar se estaba desesperando, pues Escobedo se crecía conforme iba avanzando la pelea, hasta que después del segundo minuto del quinto asalto, vino un poderoso gancho al hígado de Escobedo, quien se fue a la lona acusando en el rostro un fuerte dolor, que no podía ocultar.
NO PUDO NOQUEAR
El sonorense, Yahir Frank, fue muy superior sobre el colombiano, Bairon Rodríguez, sin embargo, no pudo acabar por la vía rápida, como se esperaba, sobre el peleador sudamericano, para imponerse por amplia decisión unánime, en batalla pactada a diez giros en peso mosca.
Se esperaba que Frank se impusiera por la vía del nocaut, pocos dudaban que no fuera así, no obstante, el colombiano demostró una resistencia granítica y le aguanto toda la artillería de forma increíble.
Cuando la pelea llegó al octavo round la gente se dio cuenta que ya iba a ser muy difícil que llegara el nocaut, pese a que Frank nunca dejó de intentarlo.