MIKE TYSON

EL LADO OSCURO DEL BOXEO

(Cáete siete veces y levántate ocho).- Proverbio japonés

 “La esperanza es el sueño del hombre despierto”, Aristóteles

Michael Gerard Tyson también conocido como Malik Abdul Aziz, ganó dos veces el título mundial de los pesados en la década de los 80, a los 20 años superó a Trevor Berbick y logró unificar todas las coronas ante James Smith (WBA) y Tony Tucker (IBF).

Dentro de su azarosa vida fue a la cárcel en 1992 por violación a Desiree Washington, modelo de 18 años, sentenciado a 10 años, liberado por buena conducta en 1995, al volver al ring ganó el título que dejaría en manos de Evander Holyfield, en la revancha le arrancó un pedazo de oreja (derecha) y fue descalificado por un segundo intento, lo sancionaron 12 meses; tenía 35 años cuando enfrentó a Lennox Lewis, perdió, retirándose tres años más tarde. En 2003 se declaró en bancarrota luego de cobrar 30 millones de dólares en algunas peleas y alrededor de 300 millones en el conjunto de su carrera.

Mike fue muy conocido por su ferocidad e intimidación como boxeador, protagonizando numerosos altercados dentro y fuera del cuadrilátero. En su libro autobiográfico Undisputed Truth, Tyson contó que su hermano Rodney fanático de la química y medicina, tenía un juego de tubos de ensayo con los que solía realizar experimentos caseros. Guiado por su nivel de curiosidad que su hermano mayor, tenía, pero él carecía de la sabiduría para mezclar fórmulas. Todo terminó en un caos. “Éramos negros del gueto, él era como un científico con pequeños tubos de ensayo y siempre experimentaba.  Yo estaba como: ‘La gente blanca hace estas cosas’. Una vez fue al laboratorio de química del Instituto Pratt, una universidad cercana, y consiguió algunos productos químicos para hacer un experimento. Unos días después, cuando él estaba fuera, me colé en su habitación y comencé a agregar agua a sus tubos de ensayo…”.

El final fue el esperado: “Explotó toda la ventana trasera, provocando un incendio en su habitación”. De milagro, las llamas no se propagaron y bastó un poco de agua para acabar con el problema.

Ha protagonizado numerosos documentales Tyson (2008) o películas como Tyson (1995). Incursiones en películas, Black and White (1999), Rocky VI (2006), The Hangover (2009), The Hangover Part II (2011) o Ip Man 3 (2015). En 2014 participó en la serie de dibujos animados Mike Tyson Mysteries aportando la voz del protagonista, el cual resuelve misterios.

Durante los años 1980 y 1990 realizó múltiples apariciones en programas de televisión o comedias, destacando Nightlife, The Joan Rivers Show, Who’s The Boss o The Dick Cavett Show. En la misma época también fue habitual su presencia en vídeos musicales como el realizado en 1989 junto a DJ Jazzy Jeff y Will Smith en la canción «I Think I Can Beat Mike Tyson» o en 1991 junto al rapero Ice-T. En cuanto al mundo de los videojuegos destaca su aparición en Punch-Out!! (NES), siendo el último rival para terminar el juego, o Fight Night Round 4, en cuya portada aparece junto a Muhammad Ali. Además, el luchador ficticio de Street Fighter, Balrog, está basado en Tyson .220.

El ex campeón mundial de boxeo ha tenido una vida plagada de excesos y excentricidades en la que su éxito deportivo fue creciendo a la par de sus escándalos, contó una anécdota con el cantante Michael Jackson durante las últimas emisiones de su podcast Hotboxin. “Creo que fue en un concierto en Cleveland, cuando conocí a Michael. Yo estaba con Don King aquella noche. En esos instantes era campeón indiscutible y entonces Michael Jackson vino hacia nosotros y Don le hizo el signo de la paz. Michael lo imitó y ofreció a Don también el signo de la paz; entonces, yo repetí el gesto y Michael bajó la mano. Yo pensé: ‘¿A qué juega? No debió verme…’. No creía que pudiera estar jugando conmigo, porque yo era el jodido campeón”, relató.

“Don y yo fuimos a la parte posterior del escenario, Michael firmaba autógrafos. En un momento, MJ fue hacia Don y habló con él, pero no conmigo. Michael se marchó y yo me aproximé. Entonces, me dijo: ‘¿No te conozco de alguna parte?’. Eso golpeó mi ego, lo rompió. Yo contesté: ‘No, solo soy un fan, es un

Para fines de 1986, Iron Mike ya era propietario del cinturón de campeón y su apellido era el principal en las marquesinas de boxeo. Sin embargo, hubo alguien que no lo reconoció y generó el odio del boxeador: Michael Jackson.

Tyson logró llegar a lo más alto de la división de los pesos pesados con apenas 20 años en noviembre de 1986, cuando superó en el segundo round por KO a Trevor Berbick. “Lo he odiado y siempre que oía su nombre, gritaba: ‘Jodido… esto y aquello’. Más adelante me invitó a su casa. Salimos por ahí y pensé que era un buen tipo, pero en mi mente yo pensaba: ‘Sabías quién era y jugaste conmigo’”, reconoció sobre el cantante norteamericano que murió en 2009, a los 50 años.

Rory Holloway fue uno de los copromotores de Tyson y es también el autor de Domando a la bestia: la historia no contada de Mike Tyson, un libro en donde reveló anécdotas desconocidas de su ex cliente. Una de ellas ocurrió en diciembre de 1988, cuando en ese entonces el boxeador transitaba un complicado divorcio de su ex pareja Robin Givens.

Del otro lado estaba un joven Michael Jordan, quien con 25 años estaba dando que hablar en la NBA con los Chicago Bulls. A pesar de no poder superar a los Detroit Pistons, quienes todavía mantenían la hegemonía, el basquetbolista ya era toda una celebridad.

Ambos íconos del deporte estadounidense coincidieron en el cumpleaños de la ex estrella de la NFL Richard Dent, quien se encargó de celebrarlo en un restaurante. Fue allí donde se produjo el encontronazo que nadie pudo olvidar. “Eh, tú, ¿crees que soy estúpido? Sé que estuviste con mi mujer”, disparó Tyson con una mirada fulminante, dirigiéndose a Jordan.

Al parecer, Jordan y Givens habían mantenido una relación informal antes de que la actriz estuviera con Tyson. “Jordan se quedó como si hubiese visto un fantasma, no quería saber nada de eso. Es obvio que quería levantarse y salir corriendo de allí”, reconoció el hombre que supo ser el co manager del púgil hasta 1998.

“Fue un circo, de verdad, esa noche. Don King tratando de cambiar de tema. John (Horne, el otro cogerente de Tyson) y yo tratando de retener a Mike, mientras él les decía a todos que iba a reventar el culo de Jordan, y Jordan estaba vestido bien, como siempre, y no podía salir de allí lo suficientemente rápido”. Afortunadamente, entre varios lograron calmar a la fiera y la situación no pasó a mayores.

Tyson era un hombre celoso y posesivo, sobre todo con su ex esposa Robin Givens, y en 1989 tuvo un careo con Brad Pitt. El ex deportista recordó la historia en el programa de televisión The Real, en 2016.

Mike decidió apersonarse sin avisar a la casa de su ex pareja y se encontró con ella de la mano del actor. “Tenía que ir a la oficina de mi abogado, pero quise pasar por la casa de Robin para un ‘rapidito’. Qué puedo decir, yo era joven y la extrañaba”, admitió el ex púgil, quien confesó: “Yo estaba en un coma emocional. Había tomado mi corazón y lo aplastaron, todo eso me dejó completamente abrumado. No tenía energías para pelear ni nada”.

Parte de esta historia también la contó en su autobiografía, Undisputed Truth: “Brad (Pitt) debió haber estado ebrio o algo, pero me imploraba que no le pegara y me decía que solo estaban repasando un libreto”, apuntó.

Lo cierto es que, en 2018, durante su participación en el programa de TV The Wendy Show, Givens, quien denunció por abuso a su ex esposo, desmintió que el actor hubiera rogado por su vida: “No, eso jamás pasó. Y tampoco es cierto que la relación (con Brad Pitt) no funcionara por culpa de Tyson”. Allí explicó que ambos se tomaban muy en serio su trabajo y que habían decidido repasar unos guiones en su casa para no ser molestados por los fans en la calle. Igualmente, la relación entre Givens y Pitt no prosperó y apenas duró algunas citas.

En su autobiografía, rememoró la previa de su primera caída en el ring y culpó a su alocada vida por ello: “El 8 de enero de 1990, subí a un avión para volar a Tokio. Pateando y gritando. No quería pelear; todo lo que me interesaba entonces era salir de fiesta y tener sexo con mujeres. No consideré a Buster Douglas como un gran desafío. Ni siquiera me molesté en ver ninguna de sus peleas en video. Yo había vencido fácilmente a todos los que lo habían enfrentado”, escribió.

“Además de tener sexo con las mucamas (del hotel en donde se alojó), estaba viendo a esta joven japonesa con la que había tenido sexo la última vez que había estado en Japón. Robin (su esposa) salía de compras y yo bajaba a la parte trasera del hotel donde esta joven tenía una habitación… Así que ese fue mi entrenamiento para Douglas”, admitió.

Confiado de que ganaría con facilidad, Tyson apenas se entrenó para el duelo, y su estancia en la nación asiática fue simplemente para divertirse. Tanto es así que incluso horas antes de calzarse los guantes siguió de fiesta: “El día antes de la pelea también tuve dos sirvientas al mismo tiempo. Y luego dos chicas más, una a la vez, la noche antes de la pelea”.

Fue la peor velada de su carrera hasta ese momento, y en el décimo round besó la lona al no poder soportar los ataques de su adversario, quien le robó todos sus títulos de campeón y le demostró que no era invencible. En su autobiografía, el ex deportista explicó que esa caída le sirvió para enderezar su carrera, y tras esa derrota, logró hilar ocho triunfos consecutivos, gracias a los cuales recuperó dos de sus coronas.

En la década del 90, Big Mike decidió pagar unos USD 60.000 para comprar a un tigre de Bengala hembra a la que bautizó Kenia. La adoptó como mascota y pasó mucho tiempo con ella, hasta que se vio forzado a venderla. “Tenía un tigre como mascota, se llamaba Kenia y pesaba alrededor de 500 libras (200 kilos). Sentía un gran afecto por ella. La cuidé, dormí con ella, la tuve en mi habitación”, recordó en una entrevista concedida en noviembre de 2019.

El rapero Fat Joe le preguntó si era verdad que el animal se había escapado de su jaula y había atacado a un vecino. Tyson negó terminantemente la versión y explicó lo que realmente pasó: una mujer se metió en su propiedad, se acercó al animal y fue víctima de un feroz ataque.

Durante las entrevistas que brindó tras las rejas, siempre afirmó que no contaba con privilegios allí. Sin embargo, en su autobiografía Undisputed Truth (La verdad indiscutible) reveló años más tarde que esto no era así. Por ejemplo, tenía más visitas higiénicas que cualquier otro recluso y en días y horarios en donde esto estaba prohibido. A pesar de estar en una celda, su vida sexual se disparó exponencialmente: “Estaba teniendo tanto sexo que estaba demasiado cansado para ir al gimnasio y hacer ejercicio”.

Su relación no se basa únicamente con sus visitas, también con una de las consejeras de la cárcel de Indiana y narra que la embarazó, pero ella decidió abortar: “Ella no tuvo el bebé”, reveló en 2012. Jamás sacó a la luz la identidad de la mujer e incluso excluyó esta historia de su libro: “No hablé acerca de dejar a una funcionaria de la cárcel embarazada y esas cosas”.

Mientras era “huésped”, Tyson le dio un mano a mano Ed Bradley y allí afirmó que no tenía conflictos con otros internos: “Nunca tuve problemas con otros, cuando salgo al patio algunos gritan cosas sobre mí, sobre mi madre, pero al único que le contesté fue al que me dijo que era un ‘trepador de árboles’. Le pregunté qué significaba y me dijo que así les decían a los violadores y dije ‘oh dios, no puedo creer esto’. Eso te cambia la mentalidad, te encasilla en un lugar completamente distinto”.

“Fumé marihuana justo antes entrar en el vestuario para pelear contra Andrew Golota… y no me afectó. Le hizo más efecto a él”, reconoció el ex púgil en el programa Dan Patric Show. Aquel combate del 20 de octubre del año 2000 significó su vuelta al ring después de pasar quince meses alejado del cuadrilátero.

La pelea terminó por nocaut técnico de Tyson. El polaco Golota no pudo salir a disputar el tercer round y se retiró del recinto abucheado por los miles de fanáticos que habían acudido al Palace of Auburn Hills de Michigan.

“Recuerdo que un día me detuvieron, estaba borracho y drogado. Entonces me pararon y me dijeron: ‘Detente en la acera’. Así que me detengo, me subo a la acera… El policía se da vuelta, mira y dice: ‘¡Oh, Mike Tyson!’. Entonces le dije: ‘Señor, ¿puede ayudarme a llegar a esta dirección?’. Luego me llevó a la dirección donde estaba el punto de las drogas y le dije: ‘Gracias señor’… ¡y quedé libre!”, develó en su podcast, Hotboxin.

Según el relato del propio Tyson, que ingresó en la industria del cultivo de marihuana en 2016, dijo que estaba “drogado como un hijo de p…”. Fue un acto ilegal que finalmente no provocó consecuencias para el polémico ex púgil.

A fines de abril de 2012, el campeón de los pesos pesados brindó una entrevista a Las Vegas Weekly en la que reveló cuál fue el momento exacto en el que sintió que tocaba fondo. Una noche que jamás olvidará y que marcó un antes y un después en su personalidad.

“Yo estaba en la suite de mi hotel con siete mujeres allí, tenía un goteo de morfina y había tomado mi cocaína. Consumí mi Cialis (píldora como Viagra), fumé mi marihuana y tomé el Hennessy (coñac)”, recordó el legendario deportista acerca del episodio que ocurrió en 2009. “Estaba en mi punto más bajo. Me puse paranoico y pensé que esas mujeres estaban tratando de robarme y acosarme. Comencé a golpearlas. Estaba en un lugar oscuro”.

Según su relato, en ese momento perdió el control porque sus demonios internos lograron dominarlo: “No había nadie allí que me dijera que estaba haciendo demasiado. El demonio ganó.

En enero de 2019 Tyson se animó a vivir una experiencia única. Durante una entrevista en su podcast al médico Gerardo Sandoval (Dr. Gerry) probó una sustancia llamada 5-MeO-DMT, que es producida en grandes cantidades por Bufo Alvarius, una especie rara de sapo comúnmente conocida como “el sapo del río Colorado” o “el sapo del desierto de Sonora”. Según él, aquel momento cambió su vida.

“Es completamente diferente, tu cuerpo se queda aquí y tu alma se despega”, sostuvo, y agregó: “Te hace sentirte Dios por un momento”.

El ex campeón mundial incursionó en dos ocasiones con ese poderoso alucinógeno. La primera vez vivió una mala experiencia, y en la segunda ocasión lo disfrutó, según relató en varias ocasiones. El Dr. Gerry explicó que, al principio, la persona entra en pánico, algo que suele suceder: “El miedo más profundo que todos muestran es el de morir, el de realmente sufrir una muerte física, pero esta medicina provoca la muerte del ego. El ego puede sentirse realmente como una muerte física, entonces esa es la parte que asusta, pero una vez que los superas, boom”.

Tyson negó que en algún momento disfrutara de esa experiencia: “Tenía los ojos clavados en ti”, le dijo al especialista, quien explicó que lo que ocurrió fue que se pudo liberar de todas las cargas que llevaba. Incluso, sus compañeros de estudio le aseguraron a Mike que se lo notaba más relajado tras la experiencia.

Tyson comentó en varias ocasiones que después de aquel día nunca más sintió la necesidad de volver a probar cocaína o alcohol. Aunque sí consumió la dimetiltriptamina (DMT), uno de los alucinógenos más potentes que se conocen, una vez más. Esa vez sí lo disfrutó ya que para entonces sus “demonios” ya se habían ido de su cuerpo.

“Yo me drogaba con cocaína y me había dado por vencido en la vida, pero cuando probé el sapo fue un boom. Me di cuenta de que antes estaba muerto”. Fue así que su forma de pasar los días cambió por completo, logró bajar más de 30 kilos, volvió a entrenar y pudo regresar al combate. Tyson aseguró que después de esta experiencia, nunca más volvió a tomar en grandes cantidades ni a consumir cocaína o cualquier otra droga sintética, sino que solamente disfruta de la marihuana, cuyo consumo es legal en el estado de California.


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