Por JUAN GUTIÉRRZ JR.
Saúl “Canelo” Álvarez tiene teléfono rojo con Dios.
El impresionante nocaut sobre el ruso Sergey Kovalev fue una iluminación divina que vino a salvar la noche, el sábado en el MGM Garden de Las Vegas, que hizo explotar de júbilo en la arena a miles de seguidores del ahora cuatro veces campeón mundial del mundo en cuatro diferentes divisiones.
Aunque los jueces, a la hora del nocaut tenían al mexicano arriba en dos tarjetas, un tercero la daba como empatada, en honor a la verdad mucha gente lo veía que iba perdiendo. Qué escándalo si no hubiera noqueada el “Güero”, sin duda se le hubieran echado encima a él, de los jueces y, por supuesto, a Óscar de la Hoya.
Si así hay quien no le da crédito todavía y muchos dicen que sólo acepta pelear con puros peleadores acabados, algunos otros dicen que fue “teatro”, aunque también hay que piensan que Kovalev se la quiso llevar con puro jab, para no hacerle daño al de Jalisco, pues nunca tiró golpes de poder en forma “sospechosa”, que pudiera dar el triunfo por la vía del nocaut.
En honor a la verdad la pelea fue muy monótona y con pocos momentos de emoción, incluso, hubo rounds que los abuchearon y el panorama era terrible, por la gran expectativa que había logrado esta pelea, donde el “Canelo” subía dos divisiones de sopetón.
Pero como algo del cielo vino esa izquierda a la quijada de Kovalev que hizo perder el tono muscular del ruso y de inmediato se le hicieron de hilacho las piernas, que lo hizo bajar la guardia y de inmediato vino esa poderosa derecha a la mandíbula para que Kovalev cayera a la lona de rodillas y que lo hizo inclinar sobre las cuerdas para quedar colgado. El réferi ni se molestó en contarle, de inmediato lo puso fuera de combate para que lo ayudaran, en forma correcta.
La gente de boxeo decía que el plan para ganarle a Kovalev es que el “Canelo” lo boxeara el mayor número de round para cansarlo y al final apretar, tal y como sucedió y le trajo buenos resultados.
Lo cierto que Saúl ya entró al grupo selecto de los peleadores mexicanos que ganaron cuatro títulos del mundo en diferentes divisiones.
No cabe duda que los detractores del “Canelo” nunca van a reconocer su calidad y el esfuerzo que ha hecho a lo largo de su carrera, sin embargo hay mucha gente, sobre todo del género femenino, que lo idolatran y que están felices, felices, felices, como dice el Presiente López Obrador.
Enhorabuena.