Guillermo “El Chacal” Rigondeaux es una de las figuras actuales del boxeo cubano, sin embargo, su historia dentro del mundo del deporte esa muy particular, ya que la vida lo hizo tener que tomar una decisión a muy temprana edad y de un momento a otro, ya fuera tomar el camino de dedicarse al campo o al boxeo, no había otra salida.
“Yo no sabía nada de nada del boxeo, solo corría, pero me querían llevar a trabajar al campo, por la tarde me dijeron que iba a pelear con un muchachito más chiquitico que yo, pero él ya tenía cuatro años de boxeo y yo nada, pero como lo vi así de chiquitico dije pues vamos”, recuerda el cubano.
La presión la tenía encima porque o era eso o terminaría trabajando en el campo, “yo tenía unos zapatos así, me puse ahí en el barrio, me puse así (en guardia) y así (con un golpe de zurda) lo deje así (en el suelo) y de ahí me captaron para ir a entrenar a San Luis, en esa escuela así si ya te enseñan a boxear”.
Con humor recuerda que “nunca me había puesto unos guantes de boxeo, pero era eso o terminar trabajando en el campo, ahí en el monte por mi casa”.
Y al mirar para atrás “yo solo digo que no ha sido fácil, jamás pensé en hacer todo esto, ya son más de 20 años y pico de dar y recibir piñazos”.
Hoy el ex doble medallista olímpico en Sídney 2000 y en Atenas 2004 se enfoca en volver a la cima del boxeo y dejar en el pasado la derrota ante uno de los mejores del momento como el ucraniano Vasyl Lomachenko, quien le quitó el invicto dentro del terreno profesional.
Rigondeaux estará frente al mexicano y también ex campeón mundial Julio “Pollito” Ceja de Promociones del Pueblo la noche del 23 de junio en el Mandalay Bay Resort & Casino de Las Vegas, pelea de Eliminatoria rumbo al título mundial del Consejo Mundial de Boxeo.