A nueve días de haberse celebrado la pelea, ahora se sabe que Óscar Valdez se enfrentó al británico Scott Quigg, arriba de peso superligero, en el duelo donde el mexicano retuvo el título mundial pluma, en duelo celebrado en Carson, California.
Como se informó en su momento, Quigg subió a la báscula y dio tres libras arriba de la división pluma, pero en California, por reglamento, el púgil europeo no tenía la oportunidad de ir al sauna y bajar, como pasa en otros lugares del mundo.
La decisión de pelear o no hacerlo estaba únicamente en la boca de Valdez, aunque su mánager, Frank “Derecho” Espinoza le sugirió que no lo hiciera, pues era demasiado peligroso, pues si en el día del pesaje tenía tres libras arriba Quigg, a la hora del pesaje eso se multiplicaría y así fue, el de Reino Unido en la noche de la pelea pesó ¡142 libras!, 12 libras arriba de las 130 libras, límite de división, según se publicó en boxingscene.com.
Cuando entrevistaron a Valdez y le dijeron que iba a pelear, no dudó en responder: “no trabajé muy duro durante tres meses para no pelear, quiero pelear aunque esté muy pesado”.
Esa decisión de Óscar tuvo las consecuencias y aunque sacó la victoria a base de riñones y demostrando un gran corazón de guerrero, pues nunca se achicó, al final salió con la quijada lesionada y con el puño izquierdo muy inflamado.
Quigg argumentó que el “estrés” fue clave para que no diera el peso y aunque se comprometió a dar cierto pesaje al otro día para que la pelea fuera, el asunto es que a la hora de la pelea, estaba ante un rival entre superligero y welter, más de tres divisiones, así de difícil estuvo la pelea para Valdez.
Hay que decir que el campeón mundial mexicano dio una gran demostración de valor y pundonor, sino de buen boxeo que lo llevó a una clara victoria.
Ahora será cuestión de tiempo para que Valdez se recupere totalmente y se siente con el “Derecho” Espinoza pasa hacer planes para lo que será su próxima defensa.
