Por JUAN GUTIÉRREZ JR.
Saúl “Canelo” Álvarez no necesita a Las Vegas, pero Las Vegas sí necesita el “Canelo”…
Hoy por hoy, el “Canelo” es el rey de la taquilla y del pago por evento y cualquier estado de la Unión América o en cualquier parte del mundo, lo recibiría con los brazos abiertos, por los cientos de millones de dólares que generaría por montar el desempate ante “GGG”.
La Comisión Atlética de Nevada es uno de los organismos más corruptos e hipócritas que hay en el boxeo mundial y si no se lleva la pelea del mexicano y el kazajo se estaría dando un tiro en el pie ella misma, sin lugar a dudas.
Mire usted: Julio César Chávez, “Mr. Nocaut”, declaró recientemente que la noche que venció al “Macho” Camacho, aquella noche del 12 de septiembre de 1992 fue la primera ocasión que inhaló cocaína y después de esa fecha ya no pudo dejarla hasta su rehabilitación.
De acuerdo a estas declaraciones, JC volvió a pelear en diciembre de ese año en Las Vegas, ante Marty Jakubowski, en pelea a diez rounds. De ahí fue hasta mayo del 1993 cuando se enfrentó en Las Vegas, ante Terrence Alli (título superligero WBC).
Chávez hizo otras peleas y fue hasta el 29 de enero de 1994 cuando vuelve a Las Vegas, para enfrentarse a Frankie Randall, con el que recibe su primer descalabro en su carrera profesional, ese mismo año en mayo tuvo la revancha ante Randall y se desquitó. El asunto que después vieron más peleas en Las Vegas de Chávez en Las Vegas, con Meldrick Taylor, Giovanni Parisi, David Kamau, Scott Walter, De la Hoya (dos veces), Tony Martin, entre otros y la “distinguida y honorable” Comisión Atlética de Nevada nunca se dio cuenta que el mexicano tenía problemas de alcoholismo y drogadicción. ¿Tantas peleas y nadie se dio cuenta? Esos son errores imperdonables.
Ahora por encontrarse “bajos niveles clembuterol”, una hormona que sirve para engordar al ganado, pretenden crucificar al “Canelo” Álvarez, cuando a quien se “mete” cocaína, incluso antes de subir al cuadrilátero en Las Vegas, nadie se da cuenta.
Incluso el propio Mike Tyson reveló hace años que probó la cocaína desde los 12 o 13 años y cuando fue campeón del mundo, muchas veces subió drogado y aunque él peleó en Las Vegas 16 veces, tampoco nadie se dio cuenta.
El asunto es que la Comisión Atlética de Nevada no entiende que ningún peleador en su sano juicio usaría clembuterol para subir de peso, cuando la inmensa mayoría de los boxeadores lo que quieren es bajar de peso, ¿no?
Saúl va a comparecer para abril en la CAN y ojalá les echara en cara toda la información que hoy se sabe de boca de los propios peleadores que consumían cocaína, que eso sí es muy grave, y tanto organismos internacionales de boxeo como la propia Comisión Atlética de Nevada “nadaron de a muertito”, como son muy ingenuos ni se percataron o quizá los “maicearon”.
