LAS VEGAS, EU (AFP).- El púgil estadounidense Floyd Mayweather dio una lección de boxeo a su veterano compatriota Shane Mosley, para derrotarle con amplia decisión unánime al cabo de 12 asaltos, en una pelea de los pesos welter realizada la noche del sábado en Las Vegas, Nevada.
El llamado ‘Money’ Mayweather mantuvo su invicto en 41 peleas, 25 de ellas ganadas por nocaut, al llevarse dos tarjetas con votaciones de 119-109 y otra de 118-108.
Mayweather, de 33 años y ex campeón mundial en 5 divisiones, deja el escenario listo para un gran pleito contra el astro filipino Manny Pacquiao.
Mosley, de 38 años, tiene ahora un récord de 45 victorias y 6 derrotas.
La pelea se llevó a cabo en el hotel-casino MGM Grand de Las Vegas, ante un lleno completo de 16.000 espectadores.
Mosley perdió una gran oportunidad cuando puso mal a Mayweather en el segundo asalto, luego de un primer round de tanteo.
En la medanía del segundo cuadro, Mosley entró con un gancho al mentón seguido de un fuerte derechazo que estrelló en pleno rostro de Mayweather y le hizo doblar las piernas, aunque no se cayó.
El público saltó de sus asientos, y comenzó a corear ¡Mosley, Mosley!, pero Myweather capeó el temporal y se fue caminando a su esquina.
El púgil de Los Ángeles mantuvo la presión y con buenos pasajes en los intercambios de llevó el round.
El ‘Money’ Mayweather tomó nota de su desliz, y en el cuarto tramo subió más la mano derecha para proteger su barbilla, al tiempo que comenzó a realizar su típico boxeo de pegar y salir, logrando marcar algunos golpes sólidos.
Mosley cometió el error de dejar que Mayweather impusiera el ritmo del combate, y ello le costó estar en problemas durante del quinto al séptimo asaltos.
El Money, ya recuperado del susto, logró desembarcar contundentes golpes, con un momento bueno en el 7º, cuando estremeció a su rival con un gancho a la barbilla. A esas alturas, el ojo derecho de Mosley era casi una raya paralela a su ceja.
En el octavo, Mayweather conectó sólido a la cabeza de Mosley, quien replicó diciéndole algunas palabras.
Por casi un minuto ambos estuvieron diciéndose lindezas, buscando que uno de los dos se descuidara, y fue Mosley quien pagó los platos rotos, cuando el ‘Money’ le puso a bailar en la cuerda floja con otro volado de derecha.
Para el noveno round, Mosley caminaba de regreso a su esquina con las piernas tiesas y respirando afanosamente por la boca, mientras Mayweather lucía como si acabara de empezar el combate.
A esas alturas, ya el pleito estaba decidido. Mayweather jugaba con Mosley el clásico cuento del gato y el ratón: un gato que ni sudaba, y un ratón agonizante, casi ciego, que se había metido en la trampa por su propia voluntad, estimulado por los 6 millones de dólares que recibiría nada más bajarse del encordado.
El veredicto reveló lo que era obvio antes del combate. Mosley, con todo y su calzo mediático, apenas fue un aperitivo para el bocón de Las Vegas, que pese a sus desplantes, se confirma como uno de los grandes del boxeo de todos los tiempos.
