Por ROBERTO SANTOS
OSAKA, Japón.- Durante la conferencia de prensa en el hotel Nikko Osaka para anunciar la pelea de revancha por el título supermosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), a celebrarse este sábado en el Prefectual GYM de esta ciudad, el retador mexicano Hugo Cázares y el monarca japonés Nabuo Nashiro se dedicaron miradas retadoras, palabras intimidatorias y alguno que otro gesto despectivo. No obstante, al final los ánimos se relajaron y ambos gladiadores intercambiaron presentes, con lo que se mostraron respeto y confirmaron que son deportistas al ciento por ciento.
Nashiro tomó la iniciativa y su detalle fue considerado por la delegación mexicana como un tanto agresivo, porque el campeón entregó una figura de porcelana en miniatura (de unos 15 centímetros de altura) de su propia imagen, con todo y cinturón de monarca de la AMB. Una auténtica obra de artesanía. Por un momento se pensó que el mochiteco reaccionaría con ira porque ¿para qué quiere en su casa una figura de su rival?
«Es el número uno de la serie, y es para ti», le dijeron a Cázares por conducto del traductor Joe Koizumi.
Sin embargo, Hugo conservó la calma y devolvió el cumplido. Auxiliado por su compañera de equipo Ana María «La Guerrera» Torres, campeona supermosca CMB, regaló a Nashiro y a su equipo de trabajo sombreros de charro multicolores y otras figuras alusivas a la cultura mexicana, también en miniatura. Los japoneses reaccionaron sorprendidos, sonrientes por la respuesta del púgil visitante. Una cachetada con «guante blanco» con sabor a México.
A GANAR
Minutos antes, y en medio de un ambiente tenso, como el que se genera previo a una función de campeonato mundial, Nashiro había respondido preguntas de los reporteros en torno a su importante compromiso.
Aseguró que de nueva cuenta superará al mexicano y ahora con mayor claridad, para evitar cualquier asomo de duda.
«Mi preparación ha sido más fuerte que el año pasado. Ahora no habrá empate, buscaré el nocaut», indicó Nashiro.
El campeón supermosca AMB, un boxeador de pocas palabras, dijo que ya tiene lista la estrategia que utilizará contra su oponente, y serán sus puños los que hablen sobre el cuadrilátero, aunque reconoció ampliamente la calidad y la peligrosidad de Cázares.
«Combatiré contra un gran retador, ya nos conocemos y será una brillante pelea», señaló el japonés.
En tanto, Hugo Cázares vaticinó otra riña de alto nivel, aun mayor que la de septiembre de 2009, cuando los jueces solo le concedieron el empate mientras la opinión general fue que ganó.
«Vengo preparado para ofrecer otra guerra, una pelea sangrienta si es posible, porque me voy a llevar el cinturón a México».
Reconoció la capacidad boxística de Nashiro y aceptó que combatirá contra un gran monarca, pero la historia cambiará este fin de semana.
«Me he preparado durante meses para este desquite y aprovecharé mi oportunidad. Me siento motivado por el triunfo de mi paisano Fernando «KO-chulito» Montiel (noqueó hace una semana a Hozumi Hasegawa por el cetro gallo CMB) pero yo vengo a hacer mi trabajo y a demostrar que quiero volver a ser campeón del mundo».
Un reportero preguntó a Cázares el motivo por el cual no miró a los ojos a Nashiro tras el examen médico al que fueron sometidos por la Comisión de Boxeo local.
«Para qué quieren que lo vea, si ya lo conozco. No necesito mirarlo todo el tiempo», dijo el sinaloense, con lo cual arrancó una sonora carcajada a los periodistas.
Aceptó también que los 19 días que cumplirá de preparación primero en Tokio y luego en Osaka serán otra ventaja para aspirar al triunfo, porque está totalmente adaptado al horario, al clima y a la alimentación. Es, probablemente, la estancia más prolongada previa a una pelea para un boxeador mexicano.
«Me siento más fuerte, con mejor condición física y con más recuperación».
APTOS PARA PELEAR
Hugo Cázares y Nobuo Nashiro asistieron puntuales a su cita con el servicio médico con el doctor Tane de la Comisión de Boxeo de Osaka una hora antes de la rueda de prensa y ambos fueron reportados en condiciones óptimas para pelear.
El detalle favorable para el equipo mexicano es que Hugo resultó superior en varios aspectos, como la prueba de agudeza visual, la frecuencia cardiaca, la presión arterial y la temperatura corporal, lo que resultará positivo en la recuperación al esfuerzo que realizará tras cada round de combate.
«Trae una gran condición física y lo verán el sábado», sentenció Manuel Montiel, el mayor de los «Cochules».
Hugo Cázares cerró su preparación por la tarde en el «Ioka Boxing GYM» y quedó listo para su cita con la romana, este viernes a la una de la tarde local.
«Regresaremos a México con todos los honores», dijo con seguridad el «Cochul».
