SAMPSON LEWKOWICZ, EL REY MIDAS DEL BOXEO; MARTÍNEZ PODRÍA IR ANTE ANTONIO MARGARITO

A.SAMPSONT

Por DAVID KAUFMAN
Por si alguien lo dudaba, uruguayo Sampson «Picasso» Lewkowicz, se ha convertido en una especie de Rey Midas en el boxeo. Tiene un «ojo clínico» como pocos y la prueba es que el pasado fin de semana, en Atlantic City, contra todos los pronósticos, el argentino, Sergio «Maravilla» Martínez, radicado en España, le puso una golpiza, nada menos que al estadunidense, Kelly Pavlik, para arrebatarle los títulos de peso medio, de la OMB y CMB.
Sampson, quien también fuera el descubridor del astro filipino, Manny Pacquiao, nunca dudó que Martínez pudiera vencer al noqueador norteamericano y la prueba es que luchó con todo para conseguir ese pleito hasta que lo logró.
«Desde la primera vez que lo vi supe que sería una estrella», dijo con firmeza el sudamericano, quien fuera un exitoso vendedor de electrónica en Manhattan y que desde hace unos años ha ido ganando reputación en el mundo del boxeo rápidamente, incluso, hay quien lo llama «El Magnate del Boxeo».
Todo el mundo se dio cuenta, en la arena y por televisión, cuando tocó la campana anunciando el final de la pelea Pavlik y Martínez y el brincote que dio, no había duda, sus pronósticos habían sido, una vez más, acertados, el argentino era el amplio ganador de la pelea ante la incredulidad no sólo de Bob Arum, promtor de Kelly, quien estaba atónito, sino del mundo entero.
Con residencia en Las Vegas, Nevada, Sampson lo mismo es promotor, que consejero, consultor, analista entre otras cosas, «pero nunca mánager», atajó Lewkowicz, para agregar de inmediato, «eso sería una violación de la Ley Mohammad Ali».
Pero Sampson se ha ganado comentarios de la gente del boxeo, como el promotor Lou DiBella, quien aseguró que el uruguayo, «es una de las mentes más brillantes del boxeo», para luego enfatizar que «Tiene un gran ojo para detectar talento boxístico. Está por lo general en las esquinas de los van en plan de víctimas y resulta que salen ganadores».
Lewkowicz descubrió hace diez años a Sergio Martínez en combate en España y desde entonces supo que iba a ser una figura del boxeo y el sábado, después de todo ese mar de tiempo, lo logró al humillar, como nadie lo había hecho con el gran Pavlik.
La pregunta obligada era saber qué sigue en la carrera de Martínez y lo mismo podría ir en revancha ante Pavlik que una segunda pelea con el mexicano, Antonio Margarito, quien noqueó al «Maravilla», en el año 2000 y ahora tiene sed de revancha, lo que sería un pleito de alarido.


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