El campeón minimosca del CMB explicó que el percance con Sosa fue un accidente, mientras su equipo ‘se cura en salud’.
Por J. Arturo Contreras/foto Alma Montiel
Guadalajara, Jalisco.- En su primer día de entrenamiento en este Perla de Occidente, el campeón minimosca del Consejo Mundial de Boxeo, el filipino Rodel Mayol, explicó a detalle, «con peras y manzanas» cómo fue que se suscitó el pasado noviembre en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas el cabezazo que fracturó el pómulo y el alma de Édgar Sosa, que en ese momento perdió la corona que defendió con éxito en 10 ocasiones.
En compañía de sus entrenadores, Jeremías Quijano y Jesús Arévalo, Mayol apuntó que, preocupados por el educado jab de Sosa, en los ensayos previos se practicó la mejor manera de sacarle provecho al momento en que el entonces campeón del mundo despega de su cuerpo su puño izquierdo.
«Practicamos contragolpear; cuando Sosa tiraba su jab, entonces yo entraría con mi ópercot de derecha, pero procurando bajar la cabeza para no exponerme a un contragolpe de él. Pero coincidió en que Édgar Sosa también se agachó, y en ese momento se produjo el choque de cabezas».
Insistió en que los cabezazos son parte del boxeo, pero muchas veces se dan por accidente; en el caso de la triple fractura que sufrió el ex campeón mexicano fue así, acotó.
El equipo del monarca filipino resaltó que la controversia que se ha creado en torno al cabezazo bien podría ser aprovechada por Omar Niño. «A lo mejor es él el que sale a dar el cabezazo desde un principio, para aprovechar la fama que se ha creado en torno a Rodel. No sabemos», advirtió el entrenador michoacano Jesús Arévalo.
Arévalo preguntó por qué, para la pelea con Omar Niño, se habla mucho de que Mayol es un «chivo», que juega sucio y por qué no se dice nada del problema de doping positivo por el que el ahora retador tapatío perdió su campeonato.
Por su lado, Jeremias Quijano explicó que no se ha hecho ningún trabajo especial para el enfrentamiento con Niño; incluso Arévalo manifestó que el primer retador del filipino no tiene nada extraordinario. «No es súper difícil, contragolpea con poder, pero habrá que ver si aún conserva la velocidad de hace años. Después del primer round ya sabremos cómo le pelearemos», agregó.
Lo que está descartado es presentarle pelea en corto el sábado próximo. «Mayol y Sosa tienen similar estatura, en cambio Niño es más bajo y pelearle en corto es exponerse a sus golpes».
Mayol cerró la etapa fuerte de sus entrenamientos ayer, en el gimnasio del hotel sede, Mansión Carlton. Realizó un total de 13 rounds, entre manoplas, sombra y brincar la cuerda.
Después de tomar un baño, Rodel subió a la báscula y al bajar una sonrisa apareció en su rostro. A dos días de la ceremonia de pesaje oficial, se encuentra poco debajo de 49 kilogramos.
«El problema que tenemos es que no se nos vaya a ir muy abajo; hay que darle de comer un poco para que dé el minimosca», festejó Jesús Arévalo.
Cerró con ejercicios abdominales y una sesión de concentración. Al término se declaró en «perfectas condiciones» para la pelea que se realizará en el Coliseo Olímpico de la Universidad de Guadalajara.
Tan seguros están de la victoria que ya esbozan planes futuros. A través de Jesús Arévalo, Mayol señaló que después de la pelea con Niño aún tienen firmada una opción con la promotora Boxeo de Gala. Añadió que, una vez cumplidos los compromisos, tiene en mente una unificación.
La promotora del doctor Fausto García, Boxeo de Gala, reportó, ante la expectación que ha provocado el programa «La Gran Batalla en la Perla Tapatía», se espera una gran entrada en el Coliseo Olímpico de la UdeG., que tiene capacidad para cuatro mil espectadores. La venta de boletos se iniciará esta mañana en las taquillas del Coliseo Olímpico, que se ubican en Revolución número 1500, Colonia Olímpica; además, en la Tienda de Refacciones Automotrices (Trasmatic), que se encuentra en Calzada Ejército No. 695 Sector Reforma, aquí en Guadalajara, Jalisco.
«La Gran Batalla en la Perla Tapatía» será transmitida por Televisa, en sus tradicionales «Sábados de Corona».
