Por Alfredo Jaime Gómez
Como novato se alista Érik «Terrible» Morales, en el Ceremonial Otomí, ya que desea llegar bien afinadito a su pleito de reaparición contra el pegador nicaragüense «Quiebra Jícaro» Alfaro, el 27 de marzo en Monterrey.
«Terrible» dijo en el gimnasio del Otomí que su combate contra el ex monarca universal Alfaro será a 12 rounds, de ahí que pone mucha atención a las indicaciones de su padre y entrenador José «Olivaritos» Morales, y el preparador físico Raúl Robles.
No pone ningún pero, ni al fuerte frío. «El clima está normal, como tú verás son las seis de la tarde y está muy tranquilo, no me quejo. Trabajo muy a gusto, no tengo pretextos. Todo va conforme a lo planeado. Mi pelea será en superligero».
El tijuanense señaló que corre en lo más alto del Otomí y conforme avanzan los días se siente mucho mejor.
En la sala de prácticas, Érik, antes de iniciar la parte fuerte y enfundado en una gruesa chamarra, calienta 15 minutos.
Posteriormente boxea con su sombra por espacio de dos asaltos y queda listo para ponerse en manos de su padre, quien lo hace sudar en serio con trabajo a la defensiva».
Morales también golpea el costal de manera intensa y deja ver la condición física que ha agarrado.
El manager de Jiquipilco, Adalberto «Cóndor» Sánchez presenció el entrenamiento de Érik y se dijo asombrado por las ganas que le pone.
