Por J. Arturo Contreras/Fotos: Alma Montiel
Los indescifrables designios de la vida terminaron, la madrugada del lunes 18 de enero, con la existencia del «Bombardero» Marco Antonio Hernández.
Como buen guerrero, el joven de 24 años de edad peleó hasta el último suspiro por permanecer en este valle de lágrimas, pero a las 4 de la mañana del lunes el cáncer le ganó la batalla.
Para Hernández, familia y amigos no existieron las fiestas navideñas. Con el apoyo de su promotor Fausto García (Boxeo de Gala), el 22 de diciembre ingresó al hospital «María José» para ser atendido de una neumonía que se le complicó y reveló la existencia de cáncer en los pulmones.
Pasó semanas de lucha, entre quimioterapias y tratamientos; un paro respiratorio complicó aún más su estado. Para recibir una atención más especializada, el pasado sábado 16 fue trasladado al prestigiado Instituto Nacional de Nutrición «Salvador Zubirán», donde lamentablemente la madrugada de este lunes perdió la vida.
Su cuerpo está siendo velado en la colonia que llenó de orgullo, la Martín Carrera, hasta donde se han dado cita boxeadores, managers y autoridades del boxeo capitalino, nacional e internacional.
El «Bombardero» murió siendo doble campeón. En diciembre de 2008 conquistó el campeonato Nacional supermosca, del que realizó cuatro defensas; y en septiembre de 2009 se convirtió en monarca de Centroamérica. En su última aparición sobre un ring derrotó al regiomontano Bruce García, el pasado 5 de diciembre.
Por su lado, el boxeo mexicano ha perdido a una de sus más brillantes promesas.
A Marco Antonio Hernández le sobrevive su esposa Brenda, quien presenta un embarazo de 9 meses; su papá Marco Antonio Hernández, su mamá Rita María Uribe, su hermano Eduardo, y su mánager Julio Gamboa.
Descanse en paz.