Por OSIRIS MÉNDEZ CRUZ
El triunfo más sonado para el boxeo mexicano en este año lo logró el capitalino Juan Carlos Salgado el pasado mes de octubre al imponerse por un sorprendente nocaut en el primer asalto al venezolano Jorge Linares en Tokio, Japón, segunda casa del en ese entonces peleador invicto y considerado el mejor del mundo en las 130 libras.
Y luego de haber disfrutado su primera Navidad como monarca universal, se dice alegre y satisfecho por la conquista del cetro superpluma de la Asociación Mundial de Boxeo, un objetivo que se trazó desde que saltó al terreno profesional.
Entrevistado en la comodidad de su hogar que lucía muy bien decorada, ad hoc a estas fechas decembrinas, acompañado por su esposa Ana Laura y su pequeña hija de tres años Zury Andrea, además de sus padres, el capitalino confesó que pese a esta serie de fiestas de fin de año, antes está la disciplina y los sacrificios ahora como campeón, por lo que cuidará aún más su cierre de preparación de cara a su primera defensa el próximo 11 de enero del 2010 frente a Takashi Uchiyama en la capital nipona; los festejos llegarán una vez que haya cumplido con su meta de conservar su campeonato ante el japonés.
-En pleno cierre de año, me imagino que el balance es redondo.
«Es muy positivo. Imagínate, me veo con el cinto de campeón, qué satisfacción. Regresé de una inactividad que tenía desde hace tiempo y logré un triunfo contundente sobre Linares. El sueño se hizo realidad, pero no puedo quedarme con eso, esto continúa y hay que seguir trabajando muy duro para mantenernos por el camino del éxito».
-El objetivo se cumplió, pero vendrán retos más complicados.
«Sí. El próximo año viene lo más difícil. El 11 de enero tendré una prueba complicada ante Uchiyama, en su país. Ahoya yo soy el rival a vencer, todos irán tras mi campeonato, y con esa misma determinación que me llevó a ser campeón, ahora defenderé mi título, incluso, será con más ímpetu y coraje de campeón».
-¿Cuál es tu principal meta como boxeador para el 2010?
«Quiero consolidarme como campeón para dejar bien claro que mi victoria no fue una sorpresa. Sé que mis alcances van más allá y lo demostraré con más hambre de triunfo. A lo mejor todavía muchos siguen pensando que fue suerte el nocaut a Linares, pero les demostraré que no es así».
-¿Cómo vives las festejos de fin de año?
«Me abstengo de varias cosas, de la cena, de todos esos platillos que nada más de verlos se te antojan probarlos, de las desveladas. Antes de los festejos está la disciplina, por lo cercano de la pelea hay que mantener el peso, y la constancia en este deporte es vital. No puedes aflojar, no hay mucho tiempo para disfrutar. Son los sacrificios que debo hacer ahora como campeón. Pero tiene su recompensa y llegará una vez que haya defendido con éxito mi título el próximo mes».
-¿Pero el hecho de estar con tu familia te motiva?
«Claro. Me la paso con ellos siempre, me motivan a seguir adelante, a echarle muchas ganas, a no cejar, esforzarme al máximo y sortear cualquier obstáculo. Pasé con ellos la Navidad y estaré aquí el Año Nuevo aunque sólo sea el primer día, porque el viaje a Japón está contemplado para el primero de enero».
-¿Qué anécdota es la que más recuerda de estas fechas?
«Una muy triste. Me la pasé muy deprimido el año pasado porque no tenía peleas, estaba inactivo, no fue una navidad alegre y está es maravillosa porque no imaginé de un año a otro ser campeón. Después de la incertidumbre llegó la recompensa. Ya soy campeón y aunque habrá restricciones en cuanto a los festejos, será una navidad especial y distinta al lado de mi familia».
-¿Si escribieras una cartita de propósitos, por cuáles empezarías?
«Antes que todo, mucha salud para mí y mi familia. Mucha energía espiritual para seguir siendo campeón. Que toda la gente de mi país me reconozca como un deportista que siempre busca poner en alto el nombre de México, y si este año fue muy positivo, el 2010 será mejor».
