Por NotiFight.com
El kazajo-alemán Vitali Tajbert, un ex medallista olímpico, se convirtió en el nuevo campeón superpluma interino del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), al derrotar este sábado por la noche al mexicano Humberto Mauro Gutiérrez, en uno de los principales combates de la cartelera que Klaus-Peter Kohl y Universum Box-Promotion en la Sparkassen-Arena, de Kiel, Alemania.
Tajbert batalló toda la noche con una clara desventaja de alcance y estatura frente al mexicano, que parecía dominar las acciones con un boxeo de presión y fuerte ataque al cuerpo del retador.
La pelea fue movida en todo momento, destacando la presión que impuso el alemán en la segunda mitad del combate. A pesar de esa presión, Gutiérrez parecía que saldría victorioso en su primera defensa del título que ganó en su pelea anterior Sergey Gulyakevich, pero al final los jueces decretaron una victoria de 116-112, 116-112 y 116-113 a favor del peleador local.
Con este triunfo, Tajbert majoró su récord a 19-1, con seis nocauts, mientras que Gutiérrez cayó a 26-2-1, con 19 nocauts. Tajbert lució excelentes condiciones físicas en este combate, sobre todo porque tuvo que presionar a Gutiérrez con el boxeo en corto para conectar sus golpes. Ahora, Tajbert se alista a quedar como el indiscutible campeón superpluma del CMB, porque el mexicano Humberto «Zorrita» Soto anunció su salto a la división de los ligeros.
BARRIOS NOQUÉ A LOZADA
Rodrigo Barrios cumplió la promesa. El mexicano Michael Lozada había dicho tener la clave para noquearlo, y él redobló la jugada. «Va a llevarse a la tumba el secreto, porque lo saco en el sexto, si no se me va antes la mano». Se le fue antes, nomás, la derecha a “La Hiena”, que dejó fuera de combate a un rival que ni siquiera había superado el pesaje. Así, en el célebre Buenos Aires Lawn Tennis Club, que por segunda vez albergó boxeo, Barrios ganó el cinturón intercontinental de los livianos de la Organización Mundial de Boxeo.
El argentino terminó casi intacto; el extranjero, con su cuerpo muy marcado por los golpes. Toda una síntesis visual de lo que fue una pelea desigual, entre un pugilista que salió a avasallar al oponente y otro que exhibió limitaciones varias. Ya en el tercer asalto asomó el resultado final; en el cuarto se intensificó la tendencia y en el quinto voló la toalla desde el rincón de Lozada.
Entre el no mucho público, una ruidosa hinchada de Tigre, el cuadro de Barrios, acompañó con paraguas y banderas a «La Hiena», en cuyo vestuario sonó cumbia antes del combate y después. Así, el ex campeón mundial comenzó a enderezar una carrera que se había torcido, al punto de que reconoció que vivió equivocado durante mucho tiempo. «Quiero ser el de antes, como cuando era agresivo arriba del ring», había contado. Y empezó a cumplir. Como cumplió con su promesa de KO. (Por Canchallena.com)