Por Iván Cabrera
El boxeador mexicano Édgar Sosa saldrá mañana antes del mediodía del hospital privado donde se encuentra en recuperación, tras la triple fractura del hueso maxilar, según informó el propio peleador, quien se mostró muy animado por haber salido bien de la operación, estar cumpliendo un internado médico satisfactorio y sobre todo porque tiene en la mira una corona del orbe más.
Édgar se encuentra estable y evolucionando de acuerdo a lo pronosticado por el cuerpo médico encabezado por el facultativo Adelaido López Chavira, quien estuvo a cargo de la operación del ídolo de la capital y ahora revisa el estado clínico tras la difícil cirugía practicada, donde se colocaron dos placas de titanio y se corrigió una lesión en el tabique nasal. Además cuanta con el apoyo de familiares y amigos que diariamente lo visitan en su cuarto de hospital.
El púgil nacional expresó sus ganas de irse ya del nosocomio de la colonia Roma, y hacer el resto de su rehabilitación en la comodidad de su hogar, «ya me quiero ir a mi casa, estoy tranquilo, pero ya quiero dejar el hospital», dijo Sosa Medina, quien es bien conocido por su hiperactividad, «ya tendré tiempo para descansar», se le ha escuchado decir, pero en este momento está consciente que para regresar a los encordados es necesario seguir las órdenes médicas.
Comentó que por la mañana (7:30) López Chavira hará la última revisión antes de firmar el alta del paciente, y a las «once de la mañana nos vamos ya de aquí», dijo un repuesto campeón emérito del CMB, quien sólo espera salir al mundo para conseguir una corona más para su brillante carrera. Los tapones que fueron colocados en las fosas nasales serán retirados hasta el día lunes, durante la revisión. Cada semana tendrá que hacer la visita al galeno hasta estar físicamente bien.
Informó que su apoderado Jacques Deschamps está en constante comunicación con él y le llama diariamente para conocer su progreso. El también promotor (Premium Boxing Promotions) se encuentra en Panamá y por problemas de salud no ha podido visitar a Édgar, quien reconoce el cariño que tiene el empresario haitiano de origen francés por él desde que decidió ponerse los guantes para boxear y sobre todo porque lo apoyó en los momentos más difíciles de su vida.
«Lo primero es salir adelante, recuperarme, es lo más importante, ya después vendrá lo demás. Eso sí, regresaré por la corona mosca y demostraremos que seguimos siendo los mejores», expresó Édgar que va que vuela por un nuevo logro en su carrera profesional, que se ve fuerte y animado por comerse el mundo nuevamente. Édgar demostrará lo que siempre fue: un campeón de cepa.
