Por CARLOS RIVERO
¿Manny Pacquiao o Miguel Ángel Cotto?
Manny, un púgil que ha escalado varias categorías. Desde el peso mosca (50-810 kilogramos), cuando ganó el 24 de abril de 1999 el cetro mosca del Consejo Mundial de Boxeo ante el mexicano Gabriel Mira en combate celebrado en Filipinas y que terminó por nocaut en el cuarto rollo.
Saltó la división supermosca y gallo para instalarse como peso supergallo al ganar el título internacional del CMB ante Reynante Jamili al vencer por nocaut en dos asaltos.
Luego obtendría la corona supergallo (55.338 kilos) de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) al ganar a Lehlohonolo Ledwaba, al que derrotó en seis vueltas en Las Vegas; con Agapito Sánchez unificó la corona de la Organización Mundial de Boxeo pero hubo empate técnico en seis rounds.
Vencería a Marco Antonio Barrera por nocaut técnico en 11 asaltos en el Alamo Dome de San Antonio Texas el 15 de noviembre de 2003 y obtendría el cetro pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). En su siguiente pelea enfrentó a Juan Manuel Márquez, campeón pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y el filipino pese a derrumbar en tres ocasiones al mexicano sólo le alcanzó para empatar, aunque mereció perder.
Sin embargo, a la siguiente contienda ganaría la corona pluma de la Federación de Boxeo (FIB) ante Fahsan Battery. Llegaría su tercera derrota en su carrera a manos y puños del mexicano Eric Morales, monarca pluma del Consejo Mundial de Boxeo, esto el 19 de marzo de 2005. Un año después, el 21 de enero de 2004 tomó revancha al detener en 10 asaltos a Morales. En su tercera pelea, el 18 de noviembre de 2006, vencería el filipino al mexicano en tres vueltas.
El 10 de junio de 2006 enfrentaría de nuevo a Marco Antonio Barrera y los jueces le dieron la victoria por puntos en 12 rounds en una decisión unánime e inmerecida. El 15 de marzo en su tercer combate ante Juan Manuel Márquez gana nuevamente una decisión rara y extraña que favoreció al filipino.
El 28 de junio de 2008 derrotó a David Díaz para arrebatarle la corona de los ligeros (61.200 kilos) y seis meses después venció a la sombra de Oscar de la Hoya en uno de los resultados más que increíbles en el boxeo, más bien poco, pero muy poco creíbles por la calidad del Goleen Boy, quien aún veterano, tenía las armas y el peso a su favor y cayó derrotado en ocho asaltos. La pelea fue en peso welter (66.760 kilos).
Su última pelea fue ante Ricky Hatton, campeón superliviano (63.503 kilos) al que noqueó en 2 rounds el 2 de mayo pasado.
| Miguel Ángel Coto es un peleador puertorriqueño, que marchaba invicto hasta que enfrentó al mexicano Antonio Margarito, quien lo derrotó por nocaut técnico en 11 asaltos el 26 de julio de 2008 para arrebatarle la corona welter de la AMB.
Se recuperó y tras dos combates ahora es el campeón welter de la OMB llega con 34 victorias, 27 de ellas por nocaut y una derrota. Manny Pacquiao cuenta con 49 victorias, 37 antes del límite, tres derrotas y dos empates.
La pelea resulta atractiva y de no suceder cosas raras o extrañas me inclino por Cotto.
El puertorriqueño es un boxeador de una pegada más que respetable, sabe boxear, tiene buena escuela boxística a la defensiva. Se mueve bien con pasos laterales y cuando ataca suele ser certero. Una de sus ventajas será que es un peso welter natural, que obviamente subirá arriba de la división, quizá eso le haga perder velocidad pero le dará resistencia ante un boxeador que viene desde la categoría mosca y que ha llegado a pelear con pesos welters siendo un exponente artificial de la categoría.
Su gran velocidad de manos, más no de piernas, es un factor a favor del filipino, pero eso no indica que su mandíbula resista los golpes potentes de un zurdo como Cotto que va a pelear como un welter natural, además de que llevará la ventaja de mayor alcance. Si en peso pluma (57 kilos) lo llegaron a tirar y a poner mal, entonces, un peso welter con la pegada, precisión y contundencia de Cotto lo debe noquear.
Aunque es poco probable, la pelea puede ser deslucida, pues ambos son peleadores zurdos, pero muy pocas veces un peso chico, muy bueno, le pega a un peso grande.
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