Mucho carisma, buen boxeo y dedicación a su profesión distinguen a Víctor Terrazas de otros peleadores que aspiran convertirse en campeones del mundo.
El «Vikingo», como mejor se conoce a este tapatío de 26 años, quiere dejar huella en este deporte como lo hizo su compadre Oscar «Chololo» Larios, quien lo motivo en buena medida para sobresalir en un ambiente difícil como es el pugilismo.
Terrazas, quien está listo para enfrentarse al experimentado nicaragüense Marlon «Rata» Aguilar el próximo sábado en el Coliseo Olímpico de la Universidad de Guadalajara, recuerda con mucho agrado las concentraciones con el doble ex monarca del mundo que hace un par de meses anunció su retiro definitivo de los ensogados.
«Me motivaba que mi compadre Oscar Larios me tomara en cuenta para ayudarlo a boxear en sus concentraciones. Es un gran tipo, un gran consejero que siempre me ha dicho que no me desespere, que llegará mi momento».
Larios es padrino de Ulises, el hijo mayor del «Vikingo», que también es padre de la pequeñita Montserrat.
«La primera y única derrota en mi carrera me puso a pensar en mi futuro como boxeador, así que me propuse no ser uno más de aquellos que lo intentan sin éxito», externó el pupilo de Chepo y Edison Reynoso.
Mover mucho la cintura, no recibir tantos golpes, conectar con solidez sus puños, no caer en el juego de su rival, entre otras cosas, es la filosofía que Víctor Terrazas pone en práctica sobre el tinglado.
«Sería un orgullo para mí recuperar el campeonato mundial Supergallo del CMB que tuvo en su poder mi compadre Larios», enfatizó el púgil representado por Héctor García, titular de HG Boxing.
El japonés Toshiaki Nishioka es el actual monarca 122 libras de dicho organismo, al que conoce muy bien el «Vikingo» porque lo ayudó a boxear en una de sus 6 visitas a Japón.
«A Nishioka se le puede ganar con inteligencia y trabajo», sostuvo. No obstante, sabe que en este momento sus baterías están enfocados en conservar su Título Fecarbox peso Pluma contra el centroamericano Marlon Aguilar.
