La muestra “B” de Jaime también da positivo y espera audiencia con BBBofC
Por Jake Donovan
Jaime Munguía y su equipo estaban preparados para este resultado.
El equipo del boxeador de 28 años confirmó que su muestra «B» arrojó resultados adversos de testosterona exógena, al igual que en su prueba original previa a su victoria del 4 de mayo (3 de mayo en horario estadounidense) sobre Bruno Surace. Munguía derrotó al francés Surace por decisión unánime en la cartelera preliminar de Saúl ‘Canelo’ Álvarez-William Scull en Riad, Arabia Saudita.
La hazaña le permitió a Munguía, con un récord de 45-2 (35 KOs), vengar una derrota por nocaut seis meses antes. Sin embargo, ahora enfrenta la posibilidad de una suspensión, una multa y un veredicto de no competencia. Todo lo decidirá la Junta de Control de Boxeo Británica, que presidió el evento de Riad.
DETALLES
Munguía, excampeón de la OMB en las 154 libras y actual contendiente principal de peso supermediano, sigue bajo investigación por la prueba antidopaje original, como informó BoxingScene el 29 de mayo. Él y el promotor Fernando Beltrán estuvieron presentes en la apertura de su muestra «B» el 10 de junio en el Laboratorio de Investigación y Pruebas de Medicina Deportiva (SMRTL) en Salt Lake City, Utah.
Los resultados se conocieron unos días después, antes de hacerse públicos el martes.
“Podemos confirmar que la muestra B de Jaime Munguía ha sido abierta y analizada, y que, al ser consistente con la muestra A, también dio positivo”, reconoció el equipo Munguía en un comunicado de prensa oficial. “Jaime estuvo presente en Utah para la apertura de la muestra B, demostrando su respeto por el proceso y su total compromiso con la transparencia y la cooperación en cada etapa.
En esta etapa, seguimos esperando la aclaración de los especialistas sobre los niveles específicos detectados en las muestras. Como siguiente paso, nuestro equipo enviará una lista de todos los suplementos y productos que Jaime utilizó a un laboratorio acreditado por la AMA para su análisis. Esto es fundamental para determinar cómo pudo haber entrado la sustancia en su organismo y garantizar la integridad de la revisión.
Todas las partes involucradas fueron notificadas del resultado original de la prueba el 29 de mayo, momento a partir del cual Munguía tuvo diez días para solicitar la apertura y el análisis de su muestra «B». Munguía actuó de inmediato y se ha mantenido firme en su insistencia de que no hizo trampa, ni involuntariamente ni por cualquier motivo.
“He dedicado toda mi carrera y mi vida a hacer las cosas bien, y esta no es la excepción”, insistió Munguía. “Me encanta el boxeo, y soy el primero en querer aclararlo todo, porque el boxeo es mi vida. Estoy deseando volver al ring”.
“Vamos a demostrar que nunca le faltamos el respeto al deporte, a mis oponentes ni engañamos a los fanáticos”.
La revancha de Munguía con Surace se produjo seis meses después de que el francés lo noqueara en el sexto asalto el 14 de diciembre pasado en su ciudad natal, Tijuana. Mantuvo el control antes de ser atrapado en el sexto asalto en un veredicto que BoxingScene reconoció como la Sorpresa del Año 2024.
Las conversaciones sobre una revancha surgieron de inmediato, aunque hubo un obstáculo temporal que amenazó con no celebrar el combate. El asunto se resolvió cuando se decidió que el segundo acto se llevaría a cabo en la cartelera Álvarez-Scull, financiada por el grupo Riyadh Season, dirigido por Turki Alalshikh.
La pelea se realizó en concordancia con el cambio de entrenador de Munguía, quien se unió al equipo de Álvarez, encabezado por el reconocido esquinero Eddy Reynoso. Este cambio permitió a Munguía unirse al equipo de su primer vencedor; Álvarez derrotó a su compatriota por decisión unánime para defender su título indiscutible de las 168 libras el pasado 4 de mayo en Las Vegas, Nevada.
Munguía se recuperó de su derrota ante Álvarez con un nocaut en el décimo asalto sobre Erik Bazinyan el 20 de septiembre pasado en Glendale, Arizona. A la victoria le siguió su sorprendente derrota ante Surace, quedando con un récord de 2-2 en el año, tras haber iniciado el 2024 con un récord perfecto de 43-0.
A la espera de cualquier decisión que tome la BBBofC, Munguía y su equipo seguirán cooperando al máximo.
“Queremos reiterar que este resultado no cambia nuestra postura: Jaime no ingirió consciente ni intencionalmente ninguna sustancia prohibida”, insistió el equipo Munguía. “Seguimos convencidos de que este resultado fue causado por contaminación y seguimos tomando todas las medidas posibles para identificar la fuente”.
Jaime mantiene su firme compromiso con la competencia limpia y seguiremos trabajando estrechamente con expertos y autoridades competentes para lograr una transparencia total.
De La Hoya-Mosley, 25 años después: “Como sacado de una película”
Por Eric Raskin
Hace veinticinco años, el 17 de junio de 2000, Shane Mosley se enfrentó a Oscar De La Hoya en la pelea correcta en el momento correcto y, lo que es más importante, en el lugar correcto.
El evento sin duda podría haber tenido lugar en Las Vegas, en el Mandalay Bay o quizás en el Thomas & Mack Center, y nadie habría tenido problema. Podría haber sido una pelea en el Madison Square Garden y no habría tenido problemas para generar una gran afluencia de público.
Pero si alguna vez hubo una pelea que correspondió al sur de California, fue ésta.
DETALLES
El Staples Center (ahora Crypto.com Arena) abrió sus puertas ocho meses antes, y el enfrentamiento por el título de peso welter entre “Golden Boy” del Este de Los Ángeles y “Sugar Shane” de Pomona, unas 30 millas al este, fue programado como su primer evento de boxeo.
Quiso la fortuna que, tan solo dos días después, en el mismo edificio, los Lakers de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant derrotaran a los Indiana Pacers para ganar el primero de sus tres títulos consecutivos de la NBA. Pero fue De La Hoya vs. Mosley, gracias a la gran cantidad de asientos disponibles, el partido que atrajo a la mayor multitud (un récord en aquel entonces en el Staples Center de 20,744 personas), mientras que Los Ángeles se convirtió en el centro del universo deportivo durante un fin de semana prolongado.
“Era muy buen amigo de Shaq y los demás de aquel equipo de los Lakers”, recordó Mosley, ahora de 53 años, el fin de semana pasado en una entrevista con BoxingScene desde Big Bear, California, el mismo lugar donde entrenó para pelear contra Oscar hace un cuarto de siglo. “Entre nuestra pelea y el partido de los Lakers, había muchísima gente en la ciudad, muchísimas celebridades. Recuerdo ver a todas esas celebridades alrededor del ring solo para vernos a mí y a Oscar. Era increíble, como algo de película”.
Desde Muhammad Ali hasta Jack Nicholson y Denzel Washington, la zona del ringside estaba repleta de peleadores de primera categoría.
Y así fue la fiesta posterior de Mosley en Sunset Strip. Sugar Shane recitó los nombres, y dos en particular destacan después de tantos años:
Will Smith y Chris Rock estaban allí.
Sin embargo, esa noche no hubo bofetadas. Todos estaban demasiado ocupados comentando el combate a puño cerrado que acababan de presenciar.
De La Hoya y Mosley eran los dos mejores boxeadores del sur de California en ese momento, ambos entre los cinco primeros en cualquier lista libra por libra (junto con Roy Jones, Floyd Mayweather y Félix Trinidad), ambos en su mejor momento físico, con Mosley de 28 años y De La Hoya de 27.
El Golden Boy era el favorito antes de la pelea; había comenzado con una estrecha apuesta de 7 a 5, pero los apostadores que respaldaban a la vaca lechera del boxeo lo llevaron hasta 13 a 5 al sonar la campana inicial.
En gran parte, la condición de favorito de La Hoya se debía a que se le percibía como el más corpulento. Llevaba más de tres años en el peso wélter y llegó a la pelea con un título que defender, tras haber conseguido un cinturón vacante tras su controvertida derrota por decisión ante Trinidad en septiembre de 1999.
Más concretamente, de De La Hoya era percibido como el peso welter número uno del mundo, especialmente porque “Tito” había ascendido a una división.
Mosley, por su parte, no estaba probado en peso wélter. Tras un reinado dominante en el peso ligero (ocho defensas, todas por nocaut, en menos de dos años), Sugar Shane solo había peleado dos veces en peso wélter.
El primero de ellos fue una pelea que complació al público contra Wilfredo Rivera. Mosley se impuso por un contundente y dramático nocaut a 22 segundos del final del último asalto de 10, pero la pelea parecía estar en juego al comenzar ese asalto, contra un oponente al que De La Hoya había dominado un par de años antes. Después, Mosley derrotó contundentemente al superado Willy Wise.
¿Gran peso ligero? Sin duda. ¿Gran peso wélter? Por determinar.
El retador Mosley, con un récord de 34-0 (32 KOs), entró primero al ring y tuvo que esperar varios minutos, mientras el público del Staples Center disfrutaba de una grabación de la canción «With These Hands», interpretada por De La Hoya, quien pronto sería nominado al Grammy Latino. Finalmente, una banda de mariachis en vivo tomó la posta, y De La Hoya, con un récord de 32-1 (26 KOs), se marchó al ring.
Durante las presentaciones de Michael Buffer, no quedó claro de qué lado estaba la multitud (que generó una entrada de más de 8 millones de dólares, un nuevo récord para el boxeo en California).
Rápidamente quedó claro de qué lado estaba la ventaja en la velocidad de manos. En retrospectiva, la velocidad y el atletismo de ambos hombres son deslumbrantes en ese primer asalto, un recordatorio de lo que se ve cuando dos grandes boxeadores chocan en su mejor momento. Pero el primer asalto, sin duda, fue para Mosley, con sus puños más rápidos, lo que llevó al entrenador Robert Alcázar a decirle a De La Hoya entre asaltos que estaba peleando al ritmo de su oponente y que debería adoptar un enfoque más mesurado.
De La Hoya asimiló ese consejo y usó su jab con eficacia en el segundo asalto, logrando además cerrar la mayoría de los intercambios y contrarrestar la ventaja de Sugar Shane con velocidad. Fue un asalto tan fácil de anotar como el primero, y la pelea estuvo igualada hasta el segundo asalto.
Los siguientes tres asaltos no serían tan fáciles de juzgar. Mosley cronometró a De La Hoya para algún que otro derechazo. De La Hoya conectó algunos de sus característicos ganchos de izquierda. Nunca hubo una acción temeraria, pero tampoco un momento aburrido.
En el sexto asalto, De La Hoya empezó a tomar el control. Fue el que avanzó en todo momento, y las manos de Mosley bajaron unos centímetros, aparentemente perdiendo ritmo. Al comienzo del séptimo asalto, Larry Merchant de HBO opinó: «Esto es lo mejor que hemos visto de Oscar en mucho tiempo». Mosley también tuvo sus momentos ese asalto, pero el ataque al cuerpo de «El Chico Dorado» pareció ser el que lo impuso.
Tras siete asaltos, el juez Lou Filippo dio a Mosley la ventaja por 67-66, pero Pat Russell y Marty Sammon tenían a Oscar arriba por 68-65. (Al volver a verlo esta semana, di a De La Hoya la ventaja por 67-66). A falta de cinco asaltos, Mosley necesitaba remontar.
Pero después del séptimo, la audiencia televisiva lo escuchó decirle a su padre y entrenador Jack: «Me dio un poco de tensión en la espalda». Teníamos una explicación parcial de por qué se había quedado atrás, así como un motivo para dudar de que pudiera revertir la situación.
“De hecho, tenía la espalda tensa en el segundo y tercer asalto”, explicó Mosley el fin de semana pasado. “Así que lo que hice fue descansar la primera mitad de la pelea. Descansé la espalda y guardé energías para un final contundente. Me mantuve alejado de Oscar. Por eso esos primeros asaltos están tan igualados, porque aún no estaba a mi máximo nivel. Pero tenía confianza. Pensé que iba a arrasar en todos esos últimos asaltos, y él no pudo evitarlo”.
Mosley maniató eficazmente a De La Hoya en el octavo asalto, exhibiendo su velocidad y cambiando brevemente a la posición de zurdo. Para el noveno, el retador recuperó toda su energía, saltando de puntillas. Aumentó el ritmo, lanzando 76 golpes, según CompuBox, tras haber producido principalmente entre 40 y 50 golpes en asaltos anteriores, a la vez que convenció a Oscar para que aumentara su ritmo y lanzara su mejor marca de la pelea, 68. Fue el asalto con más acción de la pelea hasta ese momento, y el ruido del público se amplificó para confirmarlo.
“La diferencia radicaba en la velocidad de mis pies”, reflexionó Mosley. “Él no podía seguir mi ritmo. Cuando me dolía la espalda, tenía que mantenerme un poco más cerca y no podía moverme tanto. Pero sabía que era más rápido que él, y, sobre todo, mi juego de pies era más rápido.
Y conocía su gancho de izquierda. Peleé con él de niño, como amateur, así que sabía exactamente cuáles eran sus puntos fuertes. Sabía cómo esquivarlo. Siempre creí que era más fácil para mí pelear con Oscar que para cualquier otro.
Mosley pasó la mayor parte del décimo asalto conectando golpes individuales y luego poniéndose fuera de alcance. Al final del reñido undécimo asalto, Mosley había conectado más golpes que cualquier otro oponente de De La Hoya.
A falta de tres minutos, Mosley ganaba por tres puntos con la tarjeta de Filippo, por tres con la de Sammon y por un solo punto con la de Russell. Según mi evaluación, había habido cuatro asaltos claros de Mosley, tres decisivos de De La Hoya y cuatro en los que se podía apostar por uno u otro (de los cuales anoté tres para Sugar Shane).
De La Hoya recibió un consejo un tanto contradictorio por parte de Alcázar, quien le dijo “ten cuidado” y “necesitas esta ronda”.
Sonó la campana y ambos hombres saltaron con una energía que les hacía falta en este asalto, creando un asalto 15 al estilo Larry Holmes-Ken Norton, aunque con una versión más unilateral. La acción fue incesante, y ambos pesos wélter no se guardaron nada. «¡Ambos, atreviéndose a ser grandes!», declaró Merchant. La sangre goteaba de la nariz de De La Hoya. Mosley trabajaba la cabeza y el cuerpo, y el Chico Dorado no se retractaba, pero simplemente no podía igualar la velocidad de Mosley.
La multitud se puso de pie al unísono ante el aplauso de 10 segundos, incluido Buffer, a quien se le pudo ver claramente en la cámara aplaudiendo antes de dejarse llevar lo suficiente como para levantar sus propios brazos en triunfo cuando sonó la campana.
Fue el mejor asalto de la pelea, pero también fue una paliza. CompuBox vio a Mosley conectar 45 de 88 golpes, comparado con 18 de 72 de Oscar.
“Estaba muy nervioso. Pensé que me harían trampa”, recordó Mosley sobre aquellos momentos esperando la lectura de los puntajes. “Tenía miedo. Pensé: ‘¡Ay, allá vamos!’ [cuando leyeron la tarjeta de Sammon para De La Hoya]. Sabía que le había ganado, pero cuando dijeron: ‘Y nuevo’, pensé: ‘Gracias a Dios, acertaron’”.
El 115-113 de Sammon para De La Hoya fue anulado por el 116-112 de Filippo y el 115-113 de Russell para Mosley, quien arrasó en la ronda final en todas las tarjetas para asegurar la victoria en lugar de exponerse a lo que podría haber sido un empate altamente controversial.
En otro año, Mosley-De La Hoya potencialmente podrían haber sido coronados Pelea del Año, pero no en el mismo año calendario que nos dio a Erik Morales-Marco Antonio Barrera I y Trinidad-Fernando Vargas.
En su entrevista posterior a la pelea con Merchant, De La Hoya insinuó que perder la pelea en Trinidad como lo hizo (jugó demasiado a lo seguro en la recta final después de superar a Tito al principio) lo lastimó aquí, ya que sobre compensó al tratar de darles a los fanáticos una pelea entretenida y no boxear tanto como debería haberlo hecho.
El comerciante preguntó si veríamos una revancha a continuación.
“Bueno, por supuesto que tiene que suceder”, dijo De La Hoya.
Finalmente lo hizo, pero no de inmediato. Inmediatamente después de su segunda derrota profesional, De La Hoya rozó el retiro. Tras nueve meses de descanso —el periodo de inactividad más largo de su carrera hasta ese momento—, regresó para castigar a un Arturo Gatti abrumado, y luego subió a las 154 libras.
Mientras Oscar se recuperaba del dolor de la derrota, Mosley capitalizaba su victoria deslumbrante. Para muchos, incluyendo la revista The Ring, esto lo convirtió en el campeón libra por libra. Y lució tan destructivo e intocable como siempre en sus siguientes tres peleas, noqueando a Antonio Díaz en seis asaltos, a Shannan Taylor en cinco y a Adrián Stone en tres.
Pero entonces Mosley, quien estaba seguro de tener a De La Hoya bajo control desde sus días de amateur, se topó con el viejo rival amateur que lo tenía bajo control, Vernon Forrest. Para cuando Mosley y De La Hoya llegaron a la revancha en 2003 —una pelea que terminó con Mosley ganando una controvertida decisión unánime—, cada uno tenía dos derrotas en su historial.
Aunque algunos consideran la primera pelea contra De La Hoya como la mayor victoria de Mosley, él no lo cree así. Considera su nocaut de 2009 sobre Antonio Margarito —también en el Staples Center, frente a un público récord de 20,820 personas en la arena— como su momento cumbre.
“Ganarle a Óscar fue una gran victoria”, dijo, “pero en el caso de Margarito, realmente creían que era demasiado viejo y que no iba a poder ganar esa pelea. Esa fue mi mejor victoria”.
Mosley tampoco considera que su primera victoria sobre De La Hoya haya sido su mejor actuación.
Destacaría mis peleas de peso ligero, porque era muy sólido técnicamente en ese peso. Era muy técnico y preciso, y vaya, fue entonces cuando demostré que podía con todo. Esas peleas demostraron mi inteligencia boxística. Me dieron una visión completa de lo que podía hacer.
Seguramente Mosley ya no puede hacer lo mismo físicamente, pero sigue intentándolo y entrenando. Como ya se mencionó, estaba en Big Bear cuando habló con BoxingScene. Él y Oscar entrenaron allí para su pelea. («Es curioso, a veces veía a Oscar corriendo cerca de mi casa, porque tenía la suya justo detrás de la mía», recordó Mosley).
Ahora Mosley está allí poniéndose en forma para una exhibición el 25 de julio en el O2 Arena de Londres contra David Kurzhal, un “artista marcial de toda la vida, culturista natural, actor, guionista y popular YouTuber”, según su biografía en IMDb.
A pesar de tener más de 50 años, estar retirado durante nueve años y haber transcurrido cinco años desde su incorporación al Salón de la Fama del Boxeo Internacional, Mosley aún conserva el reconocimiento de nombre que lo hace atractivo para los organizadores de tales eventos.
Y aunque siente que estaba en su mejor momento un par de años antes de vencer a De La Hoya, o que logró su mayor victoria varios años después, fue esa victoria sobre Oscar la que convirtió a Sugar Shane Mosley en una celebridad deportiva.
“En el campamento de entrenamiento para la pelea contra Oscar, mi padre me dijo: ‘Esta es tu gran oportunidad de dar el salto a la fama mundial’”, recordó Mosley. “Ya era un boxeador importante en la Costa Este; había peleado allí la mayoría de mis peleas por el título de peso ligero. Pero esta era mi oportunidad de triunfar en la Costa Oeste, de vencer a Oscar en, básicamente, nuestros dos países y ser el rey en California.
En eso me convirtió esa pelea. En el rey de California.
Deontay Wilder ‘nunca pensó en retirarse’ tras su racha de derrotas
Por Owen Lewis
Durante una tumultuosa aparición en The Ariel Helwani Show, el ex campeón de peso pesado del CMB, Deontay Wilder, anunció que pelearía varias veces en 2025, parecía contento con su vida personal y describió el boxeo como demasiado peligroso para la palabra «deporte».
Wilder, de 39 años, ha perdido cuatro de sus últimas cinco peleas, tres de ellas por nocaut. Desde su revancha de 2019 con Luis Ortiz hasta la fecha —un lapso de seis peleas—, Wilder ha conectado cuatro derechazos característicos (uno noqueó a Ortiz, otro dejó inconsciente a Robert Helenius y los otros dos derribaron a Tyson Fury, pero no fueron suficientes para liquidarlo).
Y ha ganado aproximadamente la misma cantidad de rondas.
DETALLES
En esas cuatro derrotas, fue detenido en el séptimo asalto de la revancha ante Fury en 2020 y brutalmente noqueado en el undécimo asalto de su desgastante tercer encuentro en 2021; superado en boxeo y puntos por Joseph Parker en diciembre de 2023; y noqueado en el quinto asalto por Zhilei Zhang en junio de 2024. Wilder, con marca de 43-4-1 (42 KOs), parecía, a todas luces, un boxeador destrozado en sus dos últimas peleas.
De todas formas, Wilder tiene previsto pelear contra Tyrrell Herndon el 27 de junio en el Charles Koch Arena de Wichita, Kansas. La pelea se transmitirá por BLK Prime.
El récord de 24-5 (15 KOs) de Herndon oculta el hecho de que ha sido noqueado temprano cada vez que se enfrenta a rivales difíciles. Efe Ajagba lo detuvo en el primer asalto en 2017, mientras que Richard Torrez Jr., la nueva promesa de un gran peso pesado estadounidense, lo noqueó en dos asaltos en 2023. Herndon ha ganado sus últimas tres peleas desde la derrota de Torrez, todas contra rivales desconocidos. Dos de esas victorias fueron por decisión dividida contra Miree Coleman (8-9) y Rudy Silva (7-0-1).
Nadie diría que Wilder tuvo una pelea en 11 días desde su charla con Helwani. Parecía estar en casa en lugar de en el campamento de entrenamiento, atendiendo la llamada desde un porche con sus hijos apareciendo de vez en cuando (en su defensa, el domingo pasado fue el Día del Padre y tiene siete hijos).
Describió su transición de ser «altruista» a «egoísta», y añadió: «En este momento, todo gira en torno a mí». También dijo que la traición tuvo un impacto significativo en su vida, comparando la sensación con «una puñalada en el corazón». Wilder habló de su psicólogo deportivo, quien, según él, cumplía las funciones de padre y hermano, además de las descritas en la descripción del puesto.
Era como si lo hubieran invitado al programa para hablar de sus altibajos emocionales a lo largo de los años, en lugar de su carrera boxística. Wilder hablaba con calma y parecía feliz, prácticamente lo opuesto a la personalidad de charlatanería y alarde de «Escuadrón de la Bomba» que aterrorizó a todos los aspirantes a los pesos pesados, excepto a Fury por un tiempo. A pesar de los esfuerzos de Helwani por dirigirlo a temas relacionados con el boxeo, Wilder habló muy poco sobre su carrera pugilística al principio.
Cuando la conversación finalmente giró en torno al boxeo, Wilder insistió en que «nunca pensó en rendirse, nunca pensó en retirarse». Y mostró un atisbo de su antigua y fogosa personalidad cuando Helwani mencionó las críticas por su famosa frase de 2017: «Quiero un cuerpo en mi historial».
Wilder insistió en que el boxeo es tan peligroso que llamarlo «deporte» enmascara su peligrosidad, y que la mayoría de los espectadores ni se atreverían a probarlo. Sin embargo, él sigue participando a sus 39 años, sin las armas que lo hicieron tan peligroso en su mejor momento, como lo demuestran sus recientes actuaciones.
No terminará con Herndon.
Wilder mencionó crípticamente una futura pelea en otro país; piensa en Arabia Saudita, donde podría participar en un evento de magnitud similar a sus combates con Fury. Una pelea entre Wilder y Anthony Joshua también es potencialmente factible, especialmente ante decenas de miles de fans de Joshua en el Reino Unido.
Ya sea en esa pelea o en otra, Wilder peleará con alguien capaz de lastimarlo gravemente, y podría entonces encontrar que la decisión de retirarse o no queda totalmente fuera de sus manos.
Roberto Durán: ‘Voy a vivir exactamente hasta los 100 años’
Por Kieran Mulvaney
Los fines de semana de inducción al Salón de la Fama brindan una oportunidad inigualable para que tanto los aficionados como los medios de comunicación se reúnan y conversen con las grandes figuras del boxeo, tanto de ayer como de hoy. En el evento de 2023, Kieran Mulvaney pudo conversar con uno de los más grandes: el mismísimo Manos de Piedra, Roberto Durán, quien hoy celebra su 74.º cumpleaños. El siguiente artículo se publicó originalmente en ProBox TV.
Tiene 71 años, a pocos días de cumplir 72, y se mueve con el paso ágil, aunque ligeramente vacilante, de un atleta en su vejez. Una gran multitud se ha reunido expectante, rebosante de entusiasmo, y con razón. Están aquí para celebrar al mejor y más brillante boxeador de la historia, un ideal del que él es la viva imagen.
Hay, según algunas estimaciones, 20.000 boxeadores profesionales activos en todo el mundo en un momento dado; incontables decenas de miles se han puesto los guantes y se han subido a las cuerdas desde que John L. Sullivan inauguró la era del Marqués de Queensberry al derrotar a Dominick McCaffery en agosto de 1885. De todos ellos, de ese número literalmente incognoscible de boxeadores profesionales, el anciano que ahora se sienta con cautela junto a su entrevistador está, por consenso general, entre la media docena más grande de la historia.
DETALLES
Su nombre es Roberto Durán y, en su juventud, era un demonio temible y gruñón. Conquistó el campeonato mundial de peso ligero en 1971 al apalear a Ken Buchanan durante 13 asaltos antes de enviarlo a la lona y arrebatárselo con una serie de golpes después de la campana y por debajo del cinturón que, inexplicablemente, el árbitro decidió no penalizar ni siquiera notar.
Doce años y 8,6 kilos después, tras una carrera ya larga y llena de éxitos y decepciones, celebró su 32.º cumpleaños aniquilando al hasta entonces invicto campeón de peso superwelter, Davey Moore, e iniciando una nueva etapa en su vida profesional. En noviembre de 1983, a pesar de fracturarse la mano, estuvo a punto de arrebatarle el campeonato de peso medio a uno de los mejores púgiles de 72 kilos de todos los tiempos. Cinco años después, ganó un título de peso medio a los 37 años.
Y, sin embargo, su relación con la profesión que eligió fue turbulenta. Se retiró del ring por primera vez en noviembre de 1980, tras la humillante derrota ante Sugar Ray Leonard. Se retiró de nuevo en junio de 1984 y agosto de 1998, antes de retirarse definitivamente en enero de 2002, a los 50 años, tras una cirugía que le salvó la vida tras un accidente de coche.
Ahora, mientras se recuesta en su silla, mira a los espectadores expectantes y se gira hacia su interlocutor, la sonrisa en su rostro delata el hecho de que, en sus últimos años y con una carrera de intercambio de golpes muy atrás, Duran hace tiempo que dejó atrás la maldad performativa de días pasados.
¿Qué siente, le preguntan, al estar aquí en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional, ver la historia del deporte expuesta a la vista de todos y saber el importante papel que desempeñó en ella? Más aún, ¿cómo se siente al ver a un público tan acogedor y entusiasta, un público que lo ama y admira por lo que hizo a lo largo de una carrera profesional de 33 años?
Él habla sólo español, y la pregunta está en inglés, pero capta la esencia lo suficientemente bien como para parecer querer responderla inmediatamente y se mueve impaciente, con una sonrisa en su rostro, mientras su hija Irichelle traduce.
“Al principio de mi carrera, llegué a Miami y nadie me conocía”, recuerda. “Nadie me reconoció. Nadie sabía quién era. Así que miré al cielo azul y dije: ‘La próxima vez que esté aquí, la gente sabrá quién soy y todos querrán saludarme’. Y [años después], cuando peleé en el Madison Square Garden y salí, todos me conocían. Y desde entonces, ese ha sido uno de los mayores placeres que he tenido”.
Peleó siete veces en la Meca del Boxeo, incluyendo las victorias que le dieron el campeonato sobre Buchanan y Moore, y 112 en otros lugares. Disputó múltiples combates en Las Vegas, incluyendo el legendario, desaparecido y lamentado estadio al aire libre del Caesar’s Palace; varias apariciones en Atlantic City. Estuvo en Montreal y Nueva Orleans, en Ciudad de Panamá y en Miami; hacia el final de su carrera, estuvo en Chester, Pensilvania; Kansas City, Misuri; Marsella, Francia; y Toppenish, Washington. Estuvo la rivalidad de tres peleas con Sugar Ray Leonard; el asalto al título de peso mediano de Marvin Hagler; la devastadora derrota por nocaut de un solo golpe ante Thomas Hearns. Al reflexionar sobre su carrera, ¿hay alguna pelea que recuerde con especial cariño?
Reflexiona brevemente, asegurándose de escuchar atentamente la traducción de Irichelle, antes de ofrecer una respuesta meditada.
“En Panamá teníamos un boxeador llamado Ernesto Marcel”, comienza. “Le ganó a uno de mis mejores amigos, así que lo reté a pelear conmigo”. Su mánager de entonces no quería que Durán aceptara la pelea; el futuro Manos de Piedra aún no tenía 19 años, tenía un récord de 16-0 y apenas había peleado contra oponentes con récords ganadores; Marcel, tres años mayor, tenía un récord de 23-2-1.
«Pero dije: ‘Voy a vencer a este hombre’», continúa, y lo hizo, deteniendo a Marcel en el décimo asalto, la única derrota por nocaut que el futuro campeón de peso pluma sufriría en su carrera. «Eso fue personal para mí, así que es uno de mis favoritos».
Cuando se le presiona para que diga más, responde con una sonrisa traviesa, y cuando Irichelle duda en traducir, reacciona con fingida exasperación.
“Una vez, una amiga dijo…” Hace una pausa, ligeramente avergonzada por las palabras que su padre le pidió que tradujera, así que toma la batuta.
“Una amiga me dijo: ‘Si ganas, voy contigo’”, cuenta en inglés.
“Mi papá a veces me pone en ciertas situaciones”, se sonroja Irichelle.
«Subo al ring», continúa Durán en inglés, y luego se golpea la palma de la mano con el puño para indicar que ha noqueado a su oponente. «Vuelvo, me cambio de ropa y digo ‘Bueno, vamos’».
Y ahora está en racha, hablando una vez más en español y deleitando a su público con historias de relevancia tangencial a las preguntas: ser reprendido por un extraño por defecar en el pasto cuando lo sorprendieron corriendo a las 5 AM (una historia que cuenta con efectos de sonido); saltar a una piscina por primera vez a los 12 años a pesar de no saber nadar y tener que ser rescatado antes de que se ahogara; ser reconocido en Londres e invitado a ver una exhibición sobre el Titanic —esta última una digresión de dirección tan indiscernible que su hija hace una pausa durante la traducción para cuestionar su propósito—. Él simplemente se encoge de hombros y responde: «Estas son algunas de las historias que me gusta compartir». Puede que haya sido uno de los boxeadores más temidos en su época; pero, como cualquier otro jubilado de 70 y tantos, es capaz de divagar por las ramas a mitad de la historia.
Retoma el tema de sus peleas favoritas. «Obviamente, Ken Buchanan», comienza, y luego se adentra en una historia sobre la pobreza infantil en Panamá.
Irichelle lo guía con suavidad hacia el guion. «Ken Buchanan, papá …».
«Ah sí. Ken Buchanan», reconoce con una sonrisa. Esta pelea también, revela, tuvo al menos algo de motivación de venganza; en este caso, por otro compatriota suyo, Ismael Laguna, a quien el escocés derrotó para ganar el título de peso ligero en septiembre de 1970.
“Laguna no estaba preparado para esa pelea”, dice, “y cuando perdió, lloré”.
Más tarde, cuando su mánager le preguntó si se sentía listo para intentar un título mundial, preguntó contra quién. Cuando le respondieron que sería contra Ken Buchanan, respondió con un exultante «sí» y se dedicó a entrenar con una dedicación que no siempre acompañaría su carrera posterior.
Me estaba preparando para 30 asaltos, no 15. Corría dos horas y media al día. Ken Buchanan era muy rápido y pegaba muy fuerte, así que tenía que poder cortar el anillo.
Tras derrotar a Buchanan, regresó a Panamá para entregarle el cinturón a Laguna, pero el ex campeón se negó.
Él dijo: «No, esto lo ganaste con tu propio sudor. Es tuyo».
Tras la derrota y durante un tiempo después, Buchanan detestó a Durán; años después, retirado del boxeo y trabajando en una obra de construcción, partió a Nueva York por capricho para confrontarlo, creyendo que el panameño entrenaba allí. No lo encontró, pero finalmente se reencontraron en un evento en el Reino Unido. Bebieron y se enterraron hachas, y se hicieron amigos rápidamente hasta que el escocés falleció en 2023.
“Me entristeció mucho cuando me llamaron para decirme que había muerto”, recuerda. “Cada vez que iba a Londres, me veía, cenábamos, hacíamos entrevistas y firmábamos autógrafos”.
Buchanan no es el único de sus grandes rivales que falleció recientemente. Durán quedará asociado para siempre he indeleblemente con los otros tres gigantes de su época: Hagler, Leonard y Hearns. Peleó contra Leonard tres veces, arrebatándole el título de peso wélter al entonces invicto estadounidense en 1980, antes de perderlo en la revancha de «No Más» cinco meses después y finalmente caer por decisión en un desempate de 1989 que es mejor olvidar. Se enfrentó a Hearns solo una vez, en la categoría de 154 libras, en un caluroso día al aire libre en Las Vegas; distraído, no por primera vez, por las mujeres que lo esperaban en su habitación de hotel, cayó de bruces a la lona en el segundo asalto tras recibir un derechazo de Hearns. También perdió en su único combate contra Hagler, pero fue una derrota triunfal; se esperaba que perdiera de forma convincente ante el veterano campeón de peso mediano, pero el ex peso ligero lo llevó al límite. Aun así, casi 40 años después, Durán todavía se enfurece por el resultado oficial.
“Todavía siento en el corazón que gané la pelea contra Marvin Hagler”, dice. “Nadie quería pelear con Marvin porque estaba noqueando a todos. Y un periodista me dijo: ‘Roberto, ¿por qué querrías pelear con Marvin? Te va a noquear’. Le dije: ‘¿Por qué? Soy joven, soy fuerte, no me va a noquear. Ese calvo no me va a vencer’. Y siento que gané. Pero después de la pelea, lo veía en Las Vegas y nos hicimos amigos”.
Hagler murió en 2021 por causas no reveladas a la edad de 66 años.
«No entiendo cómo un hombre tan fuerte pudo fallecer a tan temprana edad», lamenta Durán. «No sabemos realmente qué pasó».
¿Se supone que no tiene planes de unirse a su antiguo adversario en el más allá en un futuro cercano?
«¡No!», grita. «Voy a vivir exactamente hasta los 100 años». Señala a su hijo, que está sentado a un lado, y sonríe. «Mis hijos van a tener que limpiarme el culo», dice riendo mientras Irichelle suspira con cariño de nuevo al oír lo que le ha pedido que traduzca.
«Te juro que a veces me pone en situaciones imposibles», dice. «Es como una ruleta rusa cuando hacemos estas entrevistas».
Y con eso, se levanta, se toma una serie de selfies con aquellos que lo han esperado pacientemente y continúa para deleitar a su próximo entrevistador con otra andanada de historias alternativamente perspicaces y obscenas: un anciano que disfruta de volver a contar recuerdos de su agitado pasado, pero claramente se siente completamente cómodo con quién es en el presente.
Chris Eubank Jr. está más cerca que nunca de pelear con Canelo Álvarez
Por Elliot Worsell
Durante un tiempo, fue Gennadiy Golovkin, el contundente ex rey del peso mediano kazajo. Luego, cuando eso nunca se materializó, Chris Eubank Jr. centró su atención en Saúl «Canelo» Álvarez, un oponente difícil de vencer y una pelea con pocas probabilidades de concretarse.
Mientras tanto, Eubank Jr. forjaría su récord y reputación a costa de oponentes de niveles muy inferiores al que él aspiraba, lo que hacía aún más grande cualquier potencial salto. De hecho, pronto surgió la impresión de que Eubank Jr. solo usaba esos nombres (Golovkin, Álvarez) para conseguir publicidad, sin ningún deseo real de enfrentarse a ellos algún día. Una pelea contra Golovkin, por ejemplo, estuvo sobre la mesa para Eubank Jr. en 2016, pero cambió de opinión a último momento y permitió que Kell Brook, un peso wélter, aprovechara la oportunidad.
En cuanto a Álvarez, siempre me pareció un buen nombre para Eubank Jr. No estaba solo. Todos lo hacían. Pelear contra el mexicano, como ven, es el objetivo de cualquier boxeador de peso mediano o cercano, por el dinero que genera, y a Eubank Jr., como mínimo, le encanta ganar dinero peleando.
DETALLES
Mejor aún, a sus 35 años, quizás nunca haya estado tan comercializado como ahora. Hace dos meses, venció a su eterno rival, Conor Benn, en el estadio del Tottenham Hotspur ante 60.000 aficionados, e incluso esa noche fue ovacionado y considerado el «héroe» frente al «villano» de Benn.
Sorprendentemente, esta recepción también sugirió que Eubank Jr. había entrado en una nueva etapa en sus 14 años de carrera y que, gracias a ella, podrían surgir oportunidades. Por supuesto, habrá una revancha con Benn, probablemente a finales de este año, pero si la gana, Eubank Jr., presumiblemente habrá demanda para verlo de nuevo en una pelea aún más importante y significativa.
Ahí es donde Saúl “Canelo” Álvarez podría resurgir como un objetivo potencial. Sin embargo, la diferencia clave esta vez es que Eubank Jr., con su perfil en ascenso y su tiempo agotándose, podría estar (a) más inclinado a seguir adelante y (b) ser visto como una opción lucrativa para Álvarez, a pesar de la riqueza y el poder del mexicano en el deporte.
Después de todo, Álvarez se acerca a su fin. A sus 34 años, no le quedan muchos años ni grandes peleas, y pocas son más importantes que su próxima pelea contra Terence Crawford el 13 de septiembre. Además, si continúa peleando, necesitará otros oponentes y aventuras lo suficientemente emocionantes como para mantenerlo motivado.
En ese sentido, quizás Eubank Jr., con marca de 35-3 (25), sea la opción ideal. Aunque la victoria sobre el de Brighton no contribuya al legado de Canelo, Eubank Jr. sigue siendo un nombre relativamente reconocido, tanto en Gran Bretaña como a nivel mundial, y estilísticamente podría ser una pelea que le convenga a Álvarez, ya que sus pies empiezan a perder ritmo y solo quiere golpear.
De repente, visto así, ya no es tan descabellado como parecía. De hecho, ya se han iniciado conversaciones en ese sentido, al menos según Elliott Amoakoh, representante de Eubank Jr. «Ojalá Canelo supere a Terence Crawford, nosotros superemos a Conor Benn y luego lo hagan ellos», declaró Amoakoh a talkSPORT. «Así que esas son las negociaciones en curso ahora mismo».
Turki [Alalshikh, el financiero de Arabia Saudita] nos lo prometió. Si Chris lo supera, Eubank Jr. vs. Canelo, aquí vamos. Eso es lo que queremos. Superamos a Conor Benn y luego queremos a Canelo.
Dada la reñida pelea inicial entre Eubank Jr. y Benn, no hay garantía de que Eubank Jr. escape de cualquier revancha con una segunda victoria. De igual manera, dada la brillantez de Terence Crawford, no se puede prometer que Álvarez, aunque naturalmente más grande que Crawford, salga victorioso de su pelea en Las Vegas el 13 de septiembre como campeón mundial de peso supermediano.
Es más, conscientes de la inestable relación de Chris Eubank Jr. con grandes nombres y grandes peleas, es importante tomar con pinzas todo lo que escuchamos al respecto. Tan cierto ahora como lo fue en su pelea con Conor Benn en abril, ver para creer.
El ex campeón mundial, Juan Francisco “Gallo” Estrada, regresó al ring este sábado 14 de junio en Hermosillo, Sonora, para enfrentarse a Karim “Traviesito” Arce en una pelea en la división de peso gallo (118 libras). Estrada, excampeón mundial supermosca, no peleaba desde junio de 2024, cuando perdió su título ante Jesse “Bam” Rodríguez por nocaut técnico en el séptimo asalto.
En su regreso, Estrada dominó a Arce desde el inicio, utilizando su experiencia y habilidades técnicas para controlar el ritmo del combate. A lo largo de los diez asaltos, el “Gallo” conectó golpes precisos al cuerpo y a la cabeza, desgastando a su oponente. Finalmente, los jueces otorgaron la victoria por decisión unánime a Estrada, quien mostró que aún tiene mucho que ofrecer en el ring.
Con esta victoria, Estrada busca relanzar su carrera en la división gallo y acercarse nuevamente a una oportunidad por el título mundial. Por su parte, Arce, sobrino del legendario Jorge “Travieso” Arce, mostró valentía y determinación, pero no pudo ante la experiencia y habilidad de su rival.
Este combate marcó el inicio de una nueva etapa para el “Gallo” Estrada, quien espera seguir demostrando su calidad y aspirar a nuevos campeonatos en el futuro cercano.
La Becaria RING TELMEX-TELCEL, Camila “Magnífica” Zamorano, se proclamó campeona mundial átomo del Consejo Mundial de Boxeo, al ganar por amplia decisión unánime a la japonesa, Mika Iwakawa, la noche de este sábado, en Hermosillo, Sonora. Dos jueces vieron ganar a la mexicana todos los rounds, 100-90, mientras un tercero calificó 98-92.
Zamorano, nuevamente, dio una excelente demostración de buen boxeo y buen repertorio de golpes, lo que hizo emocionara a sus seguidores, pues apenas a sus 17 años, llegó a una marca de 12-0, con un nocaut.
La jovencita sonorense pinta para ser una grande del boxeo, pues domina perfectamente el escenario, con una personalidad inigualable y yendo al ataque y al contraataque.
Esta noche, la “Magnífica” dio una cátedra de boxeo a la japonesa, quien también hizo su trabajo y por momentos, conectaba algunos golpes, pero también recibía castigo en mayor proporción.
Camila dominó de principio a fin el pleito, con una seguridad increíble, como si tuviera muchos años en el boxeo profesional, quitándose golpes y metiendo castigo arriba y abajo.
Cuando tocó la campana para anunciar el fin de la pelea, todo el mundo sabía que Camila iba a convertirse en campeona del mundo, pero aun así se esperaba el anuncio oficial.
Al declararla nueva campeona del mundo, Camila y su esquina explotaron de alegría y celebraron frenéticamente. Esta noche, la “Magnífica” dio un salto importante en su carrera.
«Astro Boy» Reyes y «Torbellino» García, salen victoriosos
El mexiquense Juan «Astro Boy» Reyes, se hizo con la victoria por la vía de la decisión unánime en ocho rounds, ante el argentino Dylan Ahumada, en lo que fue la riña estelar la noche del sábado en la Arena López Mateos, que registró un lleno espectacular. La pelea fue en las 115 libras.
Luego de los ocho episodios fragorosos, dos jueces dieron puntuaciones idénticas de 77-75, y el tercer juez dio calificaciones de 79-73, todas a favor del apodado «Astro Boy».
La pelea fue emotiva para el público presente. Las combinaciones y el buen boxeo de piernas del púgil mexiquense fueron determinantes para llevarse el triunfo a casa, además de que conectó los mejores golpes en la pelea.
El argentino Ahumada, aunque opuso resistencia y trataba de conectar un golpe de poder para mandar a la lona a Juan Reyes, y hacer la diferencia, no pudo, por lo que fue inminente su derrota.
Irma «Torbellino» García, campeona mundial de la IBF en peso supermosca, ganó por nocaut técnico en seis capítulos a la hidrocálida María Martínez. La pelea fue en peso pactado de 53 kilos. Con este resultado, la campeona universal se reporta lista para unificar su cinto ante cualquier campeona del mismo tonelaje de los otros organismos boxísticos.
En una pelea de toma y daca, y que mantuvo al público emocionado, fue el que dieron Wendy Juanico y Wendolyn Bernardo, con victoria de la primera por decisión mayoritaria en seis rounds, en 58 kilos; en otra buena pelea, los jueces dictaminaron un empate mayoritario en seis rounds, entre Bryan González y Vicente Hilario; en otra pelea cerrada, Valeria Monterrosa venció por decisión dividida a Harly Guerrero, en 108 libras a cuatro episodios.
Bidel Astivia venció a Fátima Bravo, por decisión unánime en cuatro rounds en peso gallo; Armando «Cuervo» Sánchez, con su mejor boxeo ganó por el mismo veredicto y distancia a Gustavo Antonio, en 118 libras; Jonathan Moreno ganó por fallo mayoritario en cuatro rounds a Guillermo Nava, en peso de 62 kilos. Chronos Boxing, Charly Martínez y Marvnation, encargados de montar el evento boxístico, realizaron un gran trabajo donde cumplieron el objetivo de brindarle al público presente riñas entretenidas, parejas y de poder a poder.
HACER FUNCIONES DE BOXEO, PROYECTO DEL DIPUTADO EMILIO GARCÍA
La Alcaldía Coyoacán, también es un lugar donde hay jóvenes deportistas con gran futuro, y en el boxeo no es la excepción, por eso mismo, se fomentará más la práctica de dicha disciplina en la mencionada demarcación política con funciones de boxeo de corte aficionado.
Lo anterior lo dio a conocer el Diputado Local por MORENA en Coyoacán, Paulo Emilio García, quien, en conferencia de medios en un restaurante al sur de la Ciudad, informó que la primera función de boxeo será el día sábado 14 de junio en la colonia Ajusco.
El proyecto tiene contemplado hacer nueve eventos más, apoyado con el ex campeón mundial de peso paja, Isaac «Tortas» Bustos, quien será el encargado de organizar los combates, por lo que augura éxito.
«Todos los jóvenes que quieran inscribirse al torneo, lo pueden hacer, sin importar la Alcaldía a la que pertenezcan. La instrucción de nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum, es darle prioridad al deporte», explicó el joven diputado Emilio García.
Hizo mucho énfasis en que la ex campeona mundial, Mariana Juárez, es un símbolo dentro del deporte de Coyoacán, y que es una de las pugilistas que más impacto ha tenido en la demarcación.
«Así como ella, ojalá muchos boxeadores de Coyoacán, lleguen al campeonato del mundo. Es un ejemplo (la «Barbie» Juárez) y queremos que sea un ejemplo de superación y dedicación para los coyoacanenses», argumentó. Otras colonias donde habrá boxeo, serán Adolfo Ruiz Cortines, y San Pablo Tepetlapa, «pero es obvio que vamos a ir a más colonias para que los jóvenes boxeadores se muestren, y el público vea la dedicación de ellos, fomentando este gran deporte», concluyó.
Nonito Donaire vence a Andrés Campos y gana el título interino AMB
Por Jake Donovan
Nonito Donaire, a sus 42 años, está nuevamente en la pelea por el título luego de una sola pelea desde su regreso, incluso si lo logró de manera anticlimática.
Donaire, el legendario excampeón de cuatro divisiones, se adjudicó el título interino de la AMB en las 118 libras por decisión técnica unánime sobre Andrés Campos. El combate se detuvo al minuto del noveno asalto cuando un choque de cabezas dejó a Donaire con una herida cortante y sin visión por el ojo derecho.
Las tarjetas hasta ese momento eran 87-84, 87-84 y 88-83, todas a favor de Donaire en el evento principal de TyC Sports de los peleadores el sábado desde el Casino Buenos Aires en Buenos Aires, Argentina.
DETALLES
“Lamento que esto haya sucedido”, dijo Donaire sobre el final de la pelea. “Quería mostrar mi espíritu de lucha y mi espíritu guerrero al pueblo argentino.
La próxima vez, lo daré todo y daré lo mejor de mí. Hoy, esta es mi victoria y también la victoria de Argentina por esta oportunidad.
Donaire, nacido en Filipinas, pero criado en Las Vegas, no había peleado en casi dos años antes del sábado, aunque dedicó gran parte de ese tiempo a prepararse para su regreso. Parte de su tiempo de inactividad se dedicó a recuperarse de un accidente automovilístico en marzo pasado, aunque la mayor parte de su ausencia podría atribuirse a un enfrentamiento planeado con Román “Chocolatito” González que nunca se materializó.
La remontada comenzó con un breve susto. Un choque de cabezas hizo que el chileno Campos se encogiera de dolor, pues apenas 90 segundos después de iniciado el combate, le molestaba el ojo derecho. Donaire recibió un cabezazo más tarde en el asalto, aunque mantuvo la línea en movimiento y se mantuvo a la caza.
Cualquier rastro de óxido en el ring de Donaire, de 42 años, se disipó en el segundo asalto. La estrella filipino-estadounidense estaba en forma con su mano derecha. El arma ayudó a preparar un gancho de izquierda como parte de una combinación de dos golpes. Campos, un ex contendiente de peso mosca que subió de 115 libras para esta oportunidad, conectó un gancho de izquierda justo antes de la campana.
Donaire mantuvo el impulso durante gran parte de la noche, aunque Campos disfrutó de momentos de éxito en el cuarto asalto. Donaire logró superar los mejores momentos del ex aspirante al título y continuó con su ataque.
Se detuvo el sexto asalto por otro cabezazo. Se advirtió a ambos peleadores que no se desquitaran, mientras Campos intentaba mantener la distancia con Donaire, que avanzaba con fuerza.
Al comienzo de la segunda mitad, Donaire trabajó el cuerpo de Campos. También cambió brevemente a zurdo antes de regresar a su postura convencional al ver que no le proporcionaba una ventaja real.
Campos continuó con su movimiento de entrada y salida en el octavo. Donaire se paró frente a su joven rival y conectó golpes al cuerpo. El tiempo se agotó cuando Campos lo arrojó a la lona durante un intercambio. Donaire soltó las manos y conectó un derechazo al mentón justo antes de la campana.
Donaire intentó atraer a Campos, pero finalmente pagó el precio. Otro choque de cabezas dejó a Donaire con un corte justo fuera del párpado derecho y con la visión comprometida. Se detuvo el tiempo y el médico del ring fue llamado para evaluar los daños antes de recomendar al árbitro Luis Pabón que detuviera la pelea.
Campos, con un récord de 17-3-1 (6 KOs), acumula un récord de solo 2-3-1 en sus últimas seis peleas. El sábado fue una pelea única en peso gallo, principalmente por la mejor paga y la oportunidad de ganar un título secundario, ya que planea bajar de categoría.
Los planes futuros para Donaire, 43-8 (28 KOs), no están tan claros.
El resultado del sábado lo deja con una versión del título de peso gallo, y ahora como el retador obligatorio del titular principal de la AMB, Antonio Vargas, 19-1 (11 KOs).
También sirvió como la primera victoria de Donaire desde un nocaut en diciembre de 2021 sobre Reymart Gaballo.
Donaire defendió su título gallo del CMB esa noche, pero perdió el cinturón seis meses después ante Naoya Inoue por nocaut en el segundo asalto en su revancha de junio de 2022 por los títulos lineales, del CMB, de la AMB y de la FIB. Trece meses después, intentó convertirse en cuatro veces campeón gallo, pero terminó con Donaire perdiendo por una decisión unánime a favor de Alexandro Santiago en julio de 2023.
Independientemente de lo que venga después, Donaire está destinado al Salón de la Fama del Boxeo Internacional. Fue el mejor boxeador durante sus estancias en el campeonato en peso mosca, su primera gira en peso gallo y peso pluma junior, y también tuvo una carrera por el título en peso pluma.
La división de 118 libras parece haber sido el punto ideal para Donaire, ya que se propuso regresar a ese peso en noviembre de 2018.
Fue un momento histórico al derrotar al invicto campeón de la AMB, Ryan Burnett, por nocaut técnico en el cuarto asalto. La hazaña se produjo justo antes del 36.º cumpleaños de Donaire, lo que le permitió eclipsar a su compatriota Gerry Peñalosa como el campeón de peso gallo de mayor edad de la historia.
Donaire rompió su propio récord más de dos años después, cuando una versión de 38 años derrotó al invicto campeón del cinturón de 118 libras del CMB, Nordine Ouballi, en mayo de 2021.
Aun así, las derrotas consecutivas ante Inoue y Santiago lo obligaron a tomar decisiones difíciles. El año pasado, el equipo decidió intentar una carrera más, aunque el aspecto económico del deporte se interpuso.
La oportunidad de aparecer en la cartelera anual de la WBA con la temática “KO to Drugs” finalmente le abrió una puerta, aunque no pudo desenterrar todo su arsenal debido al final inducido por un corte.
«Siempre me esforzaré por hacerlo mejor», dijo Donaire a sus fervientes fans. «Sin ustedes, no soy nada».
En la cartelera preliminar, Junior Narvaes, 4-0 (1 KO), obtuvo su primera victoria de su carrera dentro de la distancia con un nocaut técnico en el tercer asalto sobre Dennis Martínez.
En el duelo entre zurdos argentinos, Narvaes, un joven invicto de 20 años, derribó dos veces al desventurado Martínez, 0-7 (0 KOs). La primera caída llegó al final del segundo asalto, gracias a un gancho de derecha de contraataque. Narvaes luego derribó a Martínez al inicio del tercer asalto, forzando la detención de su pelea en peso pluma junior.
El local Leandro Robutti consiguió su mayor victoria hasta la fecha con un sorprendente nocaut en la primera ronda ante el invicto Jackson Murray.
En su batalla de peso pesado, Robutti, con marca de 13-7 (10 KOs), se enfrentó al australiano Murray, con marca de 7-1 (5 KOs), para un potente zurdazo. El golpe provocó la única caída del combate y la detención inmediata al minuto y 56 segundos del primer asalto.
De las 10 victorias por detención de Robutti, todas menos una se produjeron en la primera ronda.
George Kambosos insinúa su retiro tras la derrota de Richardson Hitchins
Por Elliot Worsell
Aunque solo ha perdido contra los mejores boxeadores del mundo, solo unas cuantas veces el australiano George Kambosos puede volver a la fuente para buscar algo que no está allí.
Lo intentó de nuevo anoche contra el campeón junior welter de la FIB, Richardson Hitchins, y una vez más Kambosos, ahora con marca de 22-4 (10), no estuvo a la altura. Además, Hitchins lo lastimó al principio, lo dominó durante gran parte de la pelea y finalmente lo detuvo con un golpe al cuerpo en el octavo asalto.
Para Kambosos, fue una derrota diferente. A pesar de toda su valentía, no fue un caso de ser superado en boxeo durante 12 asaltos (o 24 en dos peleas) por el veloz y adicto al jab Devin Haney, ni fue lo mismo que ser destrozado metódicamente por el magistral Vasiliy Lomachenko. En cambio, la derrota de anoche ante Hitchins, un campeón en ascenso, sirvió como una indicación, quizás, de que el tiempo de Kambosos ya pasó.
DETALLES
Que la derrota se produjera en el Madison Square Garden, el mismo recinto donde Kambosos venció a Teófimo López en 2021, solo acentuó la sensación de que el tiempo había pasado. Después de todo, fue contra López en Nueva York donde Kambosos vivió sin duda su mejor noche, al ganar los títulos de peso ligero de la AMB, la FIB y la OMB de forma sorpresiva. Sin embargo, tres años después, Kambosos tiene 32 años, ha perdido cuatro de sus últimas seis peleas y, de repente, se está quedando sin opciones.
«Es un partido difícil, pero uno que siempre he amado, pase lo que pase», escribió en redes sociales esta mañana. «Me miro al espejo y sé que siempre creí en mí mismo, me enfrenté a los mejores y siempre perseguí la grandeza. Una gran vitrina de trofeos, un currículum impresionante, muchísimo amor y apoyo de la afición de todo el mundo y una familia que me quiere. Gane, pierda o empate, siempre di la talla; eso es todo lo que se le puede pedir a un luchador».
Felicidades, Richardson Hitchins. Fue tu noche, bien merecida. Te lo agradezco y que Dios bendiga tu futura carrera. Gracias a todos los aficionados al boxeo por su cariño y apoyo. Un guerrero de Sídney que lo persiguió todo. Que Dios te bendiga.
A primera vista, parecería un discurso de retiro en todo menos en el nombre. Sin embargo, ese mensaje contiene la ambigüedad suficiente como para dejar la puerta abierta a un cambio de opinión si Kambosos así lo desea. Además, rara vez un boxeador está en el estado de ánimo adecuado para tomar decisiones importantes inmediatamente después de una pelea.
Dicho esto, si Kambosos realmente ha decidido que ya es suficiente, dejará el deporte con la cabeza en alto y será recordado más por lo que sucedió en MSG en 2021 que por lo que sucedió en el mismo ring anoche.
NERY LUIS Y ZANFER, DE FERNANDO BELTRÁN RENDÓN, SEGUIRÁN JUNTOS
Cuando el compromiso, el trabajo y la lealtad en una relación se fortalecen, los resultados están garantizados.
Este lunes, el ex campeón mundial en dos divisiones, Luis “Pantera” Nery y el CEO de la empresa Zanfer Boxing, Fernando Beltrán Rendón, renovaron su vínculo de trabajo por varios años más.
Zanfer ha acompañado, desde sus inicios de su carrera, al peleador tijuanense, donde Nery se ha convertido en campeón del mundo en dos divisiones, por lo cual ambas partes se sienten a gusto.
Beltrán Rendón y Luis se mostraron satisfecho del nuevo contrato y el promotor se comprometió a seguir construyendo el camino para que su carrera esté en la élite del boxeo mundial.
Con esta nueva firma se abren nuevas posibilidades de combates de alto calibre en las 122 libras o, incluso, en las 126 libres, donde el tijuanense está listo para rugir de nuevo.
El Pantera tiene 30 años y tiene una marca de 36-2, con 28 nocauts y viene de noquear al japonés Kyonosuke Kameda. Él inició su carrera profesional en mayo del 2012 y en mayo del año pasado tuvo en la lona, en Japón, a Naoya Inoue y, aunque perdió, eso lo colocó por las nubes.
«Pantera» Ramírez, por el título del mundo a Panamá
Maribel «Pantera» Ramírez, ya se encuentra preparando para su siguiente combate, que será el día 18 de julio en la Ciudad de Panamá, enfrentando a la local Nataly Delgado, por el vacante cetro mundial interino de las 115 libras de la WBA.
Golpeando costales, y todos los aparatos con los que cuenta el gimnasio de box del Deportivo Heberto Castillo, ubicado sobre el camellón de la calzada Eduardo Molina, la «Pantera» afina detalles para otro compromiso de vital importancia.
«Ella (Nataly Delgado) es una boxeadora de choque, y también sabe boxear sobre piernas. Cambia constantemente su guardia, pero nos estamos preparando para todo», expuso Maribel.
Alejandro Mendoza, mánager y entrenador de la pugilista, indicó que la riña ante la panameña Delgado será complicada, y más por pelear en casa de ella, por lo que buscarán ganar lo más claro posible.
«Solo me enfoco en traerme el campeonato a México. Si pesa pelear en su casa, pero no me intimida. Ya estamos acostumbradas a pelear fuera de casa cuando las peleas son de título del mundo. Me enfoco en mi rival y en hacer una buena pelea», explicó la «Pantera».
En su última pelea, Ramírez perdió ante la japonesa Mizuki Hiruta, campeona mundial de peso supermosca de la WBO, pleito que le dejó enseñanzas, y es que el hecho de combatir ante una boxeadora de guardia zurda, sí que fue de lo más complejo que ha tenido en su carrera profesional.
«Hemos visto ya algunos videos de Delgado. Ya la empezamos a estudiarla. Vamos a su casa a ganarle, eso me motiva. Tiene experiencia también de haber peleado en el extranjero, incluso ya peleó en México».
Maribel Ramírez se dijo agradecida del apoyo del Diputada Buendía, diputado Memo Rendón, Nena Martínez, Isaías Montesinos, y del alcalde de la GAM, Janecarlo Lozano.
EL GRAN NEGOCIO: Raymond Muratalla sucede a Vasiliy Lomachenko como campeón de la FIB de 135 libras
Por el personal de BoxingScene
La Federación Internacional de Boxeo ha confirmado que, tras el retiro de Vasiliy Lomachenko, Raymond Muratalla ha sido elevado a la categoría de campeón de peso ligero de la FIB.
El ucraniano Lomachenko anunció su retiro a los 37 años a principios de junio, y Muratalla, anteriormente campeón interino, lo sucederá. Su primera defensa del título será contra el ganador del combate del sábado en el Madison Square Garden de Nueva York, entre el japonés Hironori Mishiro y el cubano Andy Cruz.
“La Federación Internacional de Boxeo (FIB) recibió notificación oficial el 5 de junio de que Vasiliy Lomachenko se retiraba del deporte del boxeo, renunciando así a su título de campeón mundial de peso ligero de la FIB”, se lee en un comunicado emitido por el organismo sancionador.
DETALLES
La FIB se enorgullece y honra de contar con el Sr. Lomachenko entre su lista de excampeones. Sus logros en el ring, tanto como profesional como amateur, son verdaderamente excepcionales. Ha forjado un legado de determinación, habilidad y deportividad que seguirá inspirando a futuras generaciones de boxeadores. Expresamos nuestra sincera gratitud a Loma por sus contribuciones al deporte y a la FIB. Le deseamos todo lo mejor y mucho éxito en sus futuros proyectos.
Raymond Muratalla, excampeón mundial interino de peso ligero de la FIB, ha sido ascendido oficialmente a campeón mundial de peso ligero de la FIB. La pelea eliminatoria programada para el 14 de junio por el primer puesto en la clasificación de peso ligero de la FIB entre Andy Cruz y Hinonori Mishiro determinará al retador obligatorio que se enfrentará a Muratalla en su primera defensa obligatoria del título.
Muratalla, de 28 años, peleó por última vez en mayo, cuando superó por puntos al ruso Zaur Abdullaev. Cruz-Mishiro está en la cartelera preliminar de Richardson Hitchins-George Kambosos Jr., por el título junior welter de la FIB.
Naoya Inoue a Junto Nakatani: ‘Bienvenidos al peso súper gallo’
Por Jake Donovan
Naoya Inoue está dispuesto a honrar la petición realizada por su compatriota.
Junto Nakatani, humildemente, impulsó la causa de una superpelea japonesa contra el campeón indiscutible de las 122 libras con una llamada tras su última victoria. El zurdo invicto unificó los títulos de peso gallo del CMB y la FIB con un nocaut técnico sobre Ryosuke Nishida tras seis asaltos el domingo en el Coliseo Ariake de Tokio, Japón.
Si bien llegó a la pelea con el deseo de convertirse en el rey indiscutible de ese peso, Nakatani, con marca de 31-0 (24 KOs), ahora está preparado para intentar convertirse en campeón de cuatro divisiones.
DETALLES
«Ya voy, así que por favor quédense conmigo», dijo Nakatani en comentarios traducidos por Mizuka Koike cuando se le preguntó sobre Inoue, quien estaba sentado en el ringside.
La reacción inmediata fue favorable.
«Bienvenido a la división supergallo», publicó Inoue en redes sociales, refiriéndose al próximo ascenso de Nakatani. «Sería emocionante ver a un peleador japonés tan fuerte».
Inoue, con marca de 30-0 (27 KOs), y Nakatani insinuaron previamente un enfrentamiento cuando ambos fueron homenajeados en la ceremonia anual de premios de la Comisión Japonesa de Boxeo a principios de esta primavera. En aquel momento se reconoció que dicha pelea probablemente no se llevaría a cabo hasta 2026.
Nakatani ya está preparado para abandonar su recién unificado reinado de título y aclimatarse a la división de las 122 libras. Tiene un récord perfecto de 10-0 en peleas por el título en peso mosca, peso gallo junior y peso gallo, pero el zurdo de 1,73 m de Sagamihara tiene mucho margen para ganar al menos cuatro libras.
Tal decisión pondría fin a su reinado en el peso gallo, que se remonta a su nocaut en el sexto asalto sobre Alexandro Santiago el 24 de febrero pasado en Tokio. La victoria del domingo marcó su quinta en esa categoría, todas dentro del ring y ninguna que se haya extendido más allá del sexto asalto.
Inoue se prepara para pelear por tercera vez este año. El número tres, libra por libra de BoxingScene defenderá su campeonato indiscutible de las 122 libras contra el campeón interino de la AMB y excampeón unificado AMB/FIB, Murodjon Akhmadaliev. El combate se llevará a cabo el 14 de septiembre en una sede aún por confirmar en Japón.
Existe la posibilidad de que Inoue pueda pelear por cuarta vez en el año, o simplemente regresar a principios de 2026. Los rumores anteriores sugirieron una carrera por un título de peso pluma, aunque Inoue reiteró recientemente que todavía se siente cómodo en el peso pluma junior, donde se acerca al segundo aniversario de su victoria por nocaut en julio de 2023 por el título CMB / OMB sobre Stephen Fulton.
Si Nakatani se mantiene en el peso gallo una sola pelea más, aún le queda una pelea obligatoria contra el mexicano José Salas. Sin embargo, todo indica que está listo para probar suerte cuatro libras más.
El IBHOF sigue siendo atemporal y se está volviendo cada vez más valioso.
Por Ryan Songalia
CANASTOTA, Nueva York — Canastota puede ser conocida como la cuna del boxeo, pero en realidad podría ser la cuna de cualquier ciudad de Estados Unidos. Este pueblo al norte del estado de Nueva York, a unas cuatro horas al noroeste de Manhattan, tiene una población de poco más de 4000 habitantes, pero sus alrededores suman unos miles más durante cuatro días en verano, durante el fin de semana de inducción al Salón de la Fama del Boxeo Internacional.
Cientos de personas se alinearon en las aceras a lo largo de la calle Peterboro el domingo por la tarde para ver a la Clase de 2025, así como a los ex campeones mundiales, queridos contendientes y otros asociados con el deporte fuera de las cuerdas, abrirse paso por la ciudad para el desfile de campeones.
Ver a Manny Pacquiao, inducido al Salón de la Fama de 2025, rodando por la calle en un Chevelle convertible clásico, mientras los vendedores de helados reparten paletas a los niños y los conjuntos de tambores locales marcan el ritmo, evoca recuerdos de los desfiles del Día de la Independencia que están grabados en la memoria de todos los estadounidenses desde la infancia. Es una muestra de la cultura estadounidense con un toque internacional, mientras personalidades del boxeo de Filipinas, Francia y México, además de todos los rincones de Estados Unidos, saludan y sonríen a su público ferviente.
DETALLES
Algunos se quejan de que el Salón Internacional de la Fama del Boxeo está en medio de la nada, pero la verdad es que funciona tan bien gracias a su aislamiento. Una ciudad más grande puede brindar mayor visibilidad y accesibilidad, pero Canastota se transforma en la cuna del boxeo: un lugar donde todos podrán debatir la clasificación de Eusebio Pedroza entre los grandes campeones de peso pluma o calificar los mejores jabs de zurdo que hayan visto.
El fin de semana de inducción ofrece a las superestrellas del boxeo del pasado la oportunidad de bajar la guardia sin temor a un gancho de izquierda y reflexionar sobre sus mayores logros. Para muchos no boxeadores, el fin de semana de inducción ofrece una de sus primeras oportunidades para compartir sus historias.
Kenny Bayless, el veterano árbitro de Nevada que se retiró en enero de 2024 tras tres décadas arbitrando, recordó sus frustraciones iniciales al no conseguir asignaciones importantes y las dificultades que tuvo para superar la supervisión de la pelea de 1997 en la que un boxeador de 28 años llamado «Jumpin’» Johnny Montantes murió en el ring. «Eso me destrozó tanto que no sabía si quería seguir arbitrando», compartió Bayless en el escenario durante la ceremonia de inducción esa misma tarde en el Casino Turning Stone. «Y agradezco a Marc Ratner [entonces inspector jefe de la Comisión de Nevada] por volver a arbitrar para ver cómo me iba a afectar. Volví al ring y lo hice genial». Bayless arbitraría posteriormente varias peleas de alto perfil, como Floyd Mayweather-Pacquiao, Bernard Hopkins-Oscar De la Hoya y la primera pelea entre Gennady Golovkin y Saúl «Canelo» Álvarez.
Cathy Davis, quien fue incluida en la categoría de Pioneras Femeninas, sigue siendo tan agresiva a sus 73 años como lo fue en 1978, cuando demandó con éxito a la Comisión Atlética del Estado de Nueva York por discriminación de género y obtuvo el derecho a competir allí. Compartió sus singulares planes para su anillo del Salón de la Fama. «Les voy a decir que tengo este hermoso anillo aquí y les pedí que lo hicieran lo suficientemente grande para mi dedo medio porque si alguna vez veo a esos viejos blancos estúpidos que nos dejaron fuera del boxeo, ¿saben lo que voy a hacer?», dijo Davis, con un récord de 14-0 (14 KOs), mientras hacía un gesto obsceno al vacío entre un aplauso entusiasta.
El ex campeón de peso mediano y súper mediano Michael Nunn expresó su gratitud por la llamada que recibió del Salón de la Fama, que lo trajo de regreso al ojo público por primera vez desde que fue liberado de prisión en 2019 después de cumplir 16 años por cargos de tráfico de drogas.
“He pasado por mucho, pero soy un superviviente y sé cómo caer y levantarme”, dijo Nunn, originario de Davenport, Iowa, cuyo récord final es de 58-4 (38 KOs). “No presumo de haber ido a la cárcel ni nada, pero estuve en prisión durante 16 años y seis meses por una actividad en la que participé. Me gané el peso como un hombre, volví a casa como un hombre y sigo siendo un hombre. Estar aquí hoy, ingresado al Salón de la Fama del Boxeo Internacional, es probablemente uno de los logros más importantes que he logrado, y estoy agradecido”.
Vinny Paz, ex campeón de peso mediano junior de la AMB y peso ligero de la FIB que finalmente entró en la boleta después de varios años, destiló su carrera en una breve frase: «Luché con todas mis fuerzas por ustedes».
«El Comisionado» Randy Gordon, quien ha desempeñado prácticamente todos los roles posibles en este deporte, desde editor de la revista The Ring hasta comisionado de la NYSAC y comentarista de ESPN, e incluso una pelea como boxeador profesional y árbitro, compartió su inspiradora historia de cómo superó la situación de estar confinado en silla de ruedas a los 10 años tras una explosión de gasolina, inspirado por su sueño de bailar como los boxeadores que veía en televisión. «Desde ese momento, nunca quise escuchar que no podía hacerlo», dijo el nativo de Brooklyn, quien ahora presenta «At the Fights» en Sirius XM con el excontendiente de peso pesado Gerry Cooney.
La noche, y el fin de semana extendido, culminaron con Pacquiao, sin duda el campeón estrella de la generación, cuyos campeonatos mundiales en ocho divisiones distintas difícilmente serán igualados. Pacquiao, quien rara vez muestra emoción más allá de una sonrisa entusiasta, se quebró la voz por una de las pocas veces que se ha visto en público al relatar su camino desde ser un niño pobre y desnutrido en las calles de General Santos City, Filipinas, hasta la inmortalidad del boxeo.
“El boxeo me dio una salida”, dijo Pacquiao. “Convirtió mis luchas en fuerza, mis fracasos en lecciones y mi dolor en propósito”.
Nunca perseguí la grandeza; simplemente trabajé duro para ser mejor que el Manny Pacquiao que era ayer. Nunca elegí las peleas fáciles; elegí las difíciles. Subí de categoría una y otra vez, no para proteger un récord, sino para poner a prueba mis límites.
Pacquiao y muchos de los otros premiados luego pasaron un largo período firmando recuerdos para casi todos los que subieron al escenario.
Si bien esta ceremonia es invaluable para las personalidades del boxeo que se incorporan, es igualmente importante para los aficionados y los espectadores. Ningún otro deporte importante permite una proximidad tan estrecha con los inducidos como el boxeo. Estas interacciones sirven para preservar la cultura del deporte, siempre amenazada por el paso del tiempo.
El boxeo está perdiendo historias. Es responsabilidad de todos —desde los periodistas hasta los aficionados, pasando por los boxeadores, managers y entrenadores que organizan las peleas— difundir las historias de aquellos cuya sangre se derramó entre las cuerdas.
Vayan al Salón de la Fama del Boxeo Internacional. Vayan al Salón de la Fama del Boxeo de Atlantic City. ¡Increíble!, compren una entrada para la cena del Salón de la Fama del Boxeo de su estado y publiquen un anuncio en su programa. Apoyen a las instituciones que mantienen vivo y vigente el rico legado de este deporte. Pregúntenles a los boxeadores y personalidades sobre sus experiencias; invítenles a una bebida o tómense una foto con ellos. Pocos deportes hacen tan poco para honrar y conmemorar a sus grandes figuras como el boxeo. Estas instituciones preservan el vínculo con el pasado que otorga prominencia a las peleas modernas que llenan estadios y arenas en todo el mundo. El campeonato de peso pesado sigue siendo el premio más codiciado del deporte porque Muhammad Ali, Jack Dempsey y Joe Louis lo ostentaron.
Así como los personajes principales del Salón de la Fama añoran los días cuando Carmen Basilio, Alexis Arguello y Aarón Pryor estaban allí para cantar toda la noche en Graziano’s, también extrañarán cuando la generación sobreviviente de personajes principales de Canastota deje de hacer los viajes de todo el mundo para responder preguntas en las charlas junto al ring o compartir una pinta en el Turning Stone.